Walt Disney Productions
3092,3 millones de dólares (26% del total de recaudación)
Warner Brothers
1940,1 m.d. (16,3%)
Universal Pictures
1.768,7 m.d. (14,9%)
Sony Pictures / Columbia
1304,3 m.d. (11%)
20th Century Fox
1.082,3 m.d. (9,1%)
Paramount Pictures
757 m.d. (6,4%)
Lionsgate
388,9 m.d. (3,3%)
388,9 m.d. (3,3%)
STX Entertainment
269,6 m.d. (2,3%)
Focus Features
166,3 m.d. (1,4%)
MGM / UA
164,1 m.d. (1,4%)
269,6 m.d. (2,3%)
Focus Features
166,3 m.d. (1,4%)
MGM / UA
164,1 m.d. (1,4%)
Fuente: Box Office Mojo
Por tercer año consecutivo, Disney se alza con el liderato de recaudación en Estados Unidos. Se trata de un reinado sin fecha de caducidad, puesto que la acumulación de activos por parte de la compañía cuyos destinos rige el tándem Bob Iger & Alan Horn asegura una hegemonía indefinida. Disponer de un arsenal formado por Disney animation, Disney live action, Pixar, Star Wars, Marvel Studios y producciones de diversa índole a través del sello Buena Vista, le convierte en un trasatlántico sin competencia posible a nivel de taquilla.
Nadie tiene una idea segura de los cambios que pueda haber en el paradigma de las majors durante los próximos diez años. No obstante, de no haber una mutación general del medio o una caída sorprendente en las apetencias del público hacia el stock de Disney, el liderazgo será sólido y continuado.
En 2018, el liderazgo de Disney ha crecido un 4,2% respecto al ejercicio anterior, demostrando que la salud de su hegemonía incluso mejora. Llegar al 26% del total de recaudación en Estados Unidos es una proeza brutal que se explica gracias a los éxitos fulgurantes de Black Panther, Avengers: Infinity War, Incredibles 2, Ant-Man and the Wasp, y Ralph Breaks the Internet. Incluso una película que ha tenido una trayectoria global decepcionante como Solo: A Star Wars Story, consiguió, gracias al fanbase, un muy buen resultado en la taquilla doméstica, contribuyendo al buen ejercicio de la major. El poder de las películas triunfadoras del estudio es tan grande que permite soslayar y asumir resultados mucho más modestos, algunos severamente sancionados por la crítica, como Mary Poppins Returns, A Wrinkle in Time o The Nutcracker and the Four Realms. Además, Disney sacó también una buena tajada complementaria de un título estrenado en 2017 (Star Wars: The Last Jedi).
La dirigencia actual del estudio asumió una fortísima inversión al incorporar potentes franquicias, pero la amortización está funcionando a toda marcha y, si tuviéramos posibilidad de acceder a datos de recaudación mundial por estudios, obtendríamos unas cifras estratosféricas que quizá harían tambalear los rankings de revistas económicas especializadas.
Este "destino manifiesto" que está recorriendo Disney puede verse aún más reforzado, si cabe, por la más que probable decisión de las autoridades federales estadounidenses en el sentido de dar por buena la adquisición de la mayor parte de activos de Fox. Deberemos esperar a la formalización definitiva del acuerdo para conocer si, a nivel contable, las producciones de Fox se incluirán en el recuento directo de la compañía o si se mantendrá una cuenta separada, aunque forme parte del conglomerado.
Ante el panorama actual, la batalla entre los estudios por el triunfo en taquilla y la mejora de resultados se ciñe a la segunda posición. También por tercer año consecutivo, Warner Brothers obtiene esta codiciada plaza con un 16,3% del total de recaudación. El estudio de Burbank pierde dos puntos respecto a 2017 pero mantiene la plaza con solidez. La emblemática major es la única que sigue planteando choques directos con Disney en determinados fines de semana del año. Y, en ocasiones, consigue la victoria como fue el caso de Aquaman batiendo con rotundidad a Mary Poppins Returns en plena temporada de Navidad. El problema es que nadie puede resistir la competencia a Disney a lo largo de todo el ejercicio. El repertorio de estos últimos es tan amplio, a nivel temporal y de audiencias, que no puede ser alcanzado de ninguna forma.
Warner debe su posición a éxitos como A Star is Born, Aquaman (la película de más éxito del DCEU a nivel global), la sorprendente Crazy Rich Asians, Fantastic Beasts: The Crimes of Grindelwald, The Meg, Ocean's 8, Ready Player One, y The Nun. También le ha funcionado bien la animación (Smallfoot) y la comedia (Game Night). El CEO de Warner, Kevin Tsujihara, es consciente del hecho que la privilegiada posición del estudio necesita imperiosamente del éxito de su principal franquicia, DC Films. Y por ello, auspició un cambio en el liderazgo de esta división colocando a Walter Hamada al frente. El objetivo ha sido reconducir el rumbo hacia películas más atrayentes para el gran público, bajo cuyo éxito se pueda reconstruir una confianza y credibilidad que permita mayores riesgos de futuro. La apuesta dual de 2019 incluye un título eminentemente familiar como Shazam! y otro de mucho menos presupuesto, pero de más exigencia artística y creativa: el Joker de Todd Phillips y Joaquin Phoenix. Este es el ejemplo de las dos almas que pueden caracterizar el futuro de DC-Warner. A partir de aquí, los de Burbank siempre tendrán títulos atractivos y potencialmente triunfadores en premios que aseguren su nivel de calidad histórico. Existe un hecho diferencial que caracteriza a Warner desde sus inicios: ser la major donde más se han estudiado los rincones oscuros de la faceta humana, una característica que ha definido al estudio desde los tiempos de auge del cine negro.
Universal Pictures se mantiene en el tercer puesto, por segundo año consecutivo, con un 14,9% del total recaudado. Incrementa un punto respecto al ejercicio anterior, gracias fundamentalmente al mega-éxito obtenido con su franquicia histórica. Jurassic World: Fallen Kingdom, aunque no haya igualado a su predecesora, ha supuesto un triunfo incuestionable y su dominio en la cartelera estival fue determinante. Tras este buque insignia, el estudio que dirige Donna Langley ha colocado una serie de películas que se han hecho un hueco causando, en ocasiones, sorpresa entre los analistas por su inusitado crédito ante el público. Nos encontramos con la apuesta de animación Dr. Seuss' The Grinch (grandísimo éxito en USA, no tanto allende las fronteras), la secuela directa del primer Halloween, Mamma Mia! Here We Go Again, y Fifty Shades Freed, cuya calidad ha sido siempre pésima pero que indudablemente ha captado a un sector importante de público entorno al interés y al morbo que han despertado las novelas en las que se basa. Universal tiene para este año un spin-off de Fast and Furious que quizá sea su cabeza de cartel en 2019 pero su jugada más potente verá la luz en 2020. Nos referimos al contrato de distribución con Eon y MGM de cara al nuevo film de la franquicia Bond. Cuando Sony perdió los derechos, este contrato era el más codiciado por el resto de majors de Hollywood. Universal se llevó el gato al agua consiguiendo una baza importante de cara al panorama de futuro.
Sony sube una plaza respecto a 2017 y se sitúa cuarta con un 11% del montante total. Sube 1,4 puntos y mejora posiciones en sus sellos Columbia y TriStar. Aún así, en la taquilla estadounidense, debe su posición al alargamiento en los rendimientos de una producción de 2017, Jumanji: Welcome to the Jungle. Esta secuela fue un auténtico bombazo que pocos analistas preveían y supuso la reivindicación de un cine de aventuras familiares que muchos creían desaparecido. El otro gran factótum para la compañía ha sido el generado por Venom. En este caso, el backlash de la crítica no ha afectado a los intereses del público que ha convertido al film protagonizado por Tom Hardy en uno de los grandes triunfos del año. Este éxito abre el horizonte para un nuevo universo en la major que, de momento, ya ha confirmado la secuela. Por otra parte, el estudio que dirige Tony Vinciquerra tiene una buena tradición en el cine de animación y así se ha confirmado también este año con Hotel Transylvania 3: Summer Vacation. Otro título de animación, aunque de muy diferente exigencia y mayor alcance de calidad, ha sido Spider-Man: Into the Spider-Verse. Tras el acuerdo con Disney para prestar al arácnido al MCU, Sony ha decidido aprovechar todo lo anexo al personaje. En este caso, ha apostado por la animación de calidad, el contenido autoreferencial y la sublimación del espíritu mitómano, creando una película que, a pesar de su llegada tardía, ha obtenido muy buenos resultados en la parte final del ejercicio. The Equalizer 2, de nuevo con Denzel Washington en el papel de Robert McCall, ha vuelto a seducir en base a un relato noir, duro y seco, que sigue teniendo su hueco entre el público adulto.
En cada ejercicio siempre hay, al menos, un perdedor. El claro contendiente en esta categoría durante 2018 es 20th Century Fox. Pierde una posición respecto a 2017 y cae tres puntos en su recaudación, alcanzando el 9,1%. Sin duda alguna, el mítico estudio de Century City está notando plenamente la convulsión que genera su situación económico-empresarial. Su futuro es incierto y la reconversión interna que está sufriendo genera inestabilidad y ritmos confusos. No obstante, su fuerza es tan grande que, a pesar de la turbulencia que la rodea, no ha tenido una debacle absoluta sino que se mantiene entre las seis grandes y aspira a mejorar.
En 2018, el estudio que hasta el momento dirige Stacey Snider ha dispuesto de dos títulos plenamente exitosos. Deadpool 2 ha sido un ciclón en taquilla consiguiendo cifras impresionantes pese a su calificación R. En Estados Unidos ha logrado un éxito superior al del mercado internacional, algo que ha equilibrado precisamente Bohemian Rhapsody al obtener un seguimiento fenomenal allende las fronteras, sin desdeñar para nada lo obtenido en la taquilla doméstica. Dos películas completamente diferentes que han apelado a públicos diversos y que muestran hasta dónde puede llegar el potencial de este gran estudio. Lo que ha descabalgado sus rendimientos respecto a ejercicios anteriores ha sido la escasa galería de títulos interesantes más allá de estas dos grandes propuestas. La mayor parte del resto de ingresos lo han generado dos producciones estrenadas a finales de 2017: The Greatest Showman y The Post.
En el caso de Fox todo queda a expensas de lo que sucede con su absorción por parte de Disney. Hay una serie de proyectos que el estudio no puede amparar en solitario y quizá puedan salir adelante con esta operación. Por otra parte, existe la gran incógnita de lo que suceda en los próximos años con los derechos que tiene sobre importantes propiedades de Marvel como X-Men, Deadpool, Fantastic Four etcétera... Será muy trascendente de qué forma todo este catálogo se introduce en el MCU o si se crea una división independiente que produzca reboots o secuelas directas. Estaremos atentos ante el que puede ser el movimiento empresarial más potente de la industria de Hollywood en años.
La histórica Paramount Pictures regresa al top-6 con un 6,4% de recaudación respecto al total. Este aumento del 1,6% respecto a 2017 le ha permitido regresar al lugar de privilegio que le corresponde por tradición pero que demasiadas veces, durante estos últimos años, se ha visto comprometido. La única major de las seis grandes que aún sigue en el distrito de Hollywood, lucha constantemente para competir sin disponer de excesivas franquicias que le den continuidad. Star Trek parece que vuelve al armario, aunque no siempre le ha dado éxitos entre el público general. La gran pieza que dispone para seducir al gran público se la brinda Tom Cruise cuando decide producir una nueva entrega de Mission: Impossible. Y eso explica que haya podido volver a la sexta posición este año. MI: Fallout ha supuesto un éxito brutal convirtiéndose en un hit internacional que consagra a Cruise como la mayor estrella de acción del firmamento holllywooodiense. Al imparable éxito de la nueva aventura de Ethan Hunt, la ha seguido el éxito sorpresa de A Quiet Place, un film de horror que ha seducido también al gran público a base de creatividad, originalidad y asombro.
El caso de Bumblebee ha sido curioso e incluso injusto. Se trata de la mejor película de la franquicia Transformers. El éxito de las películas precedentes fue clave para el estudio que ahora dirige Jim Gianopulos pero su nivel artístico era extremadamente dudable. Bumblebee ha sido una apuesta de reconducción y reconciliación que ha gustado también a la crítica, aunque el descrédito de una franquicia que se consideraba saturada ha afectado a un film que, habiéndose estrenado entre una brutal competencia justo antes de Navidad, no ha tenido suficiente margen para reivindicarse. Aún así, sus cifras a nivel mundial muestran que ya ha conseguido 305 millones sobre un presupuesto de 135. Cuando aún le falta algo de trayectoria por delante es imprescindible afirmar que Bumblebee no obtendrá todo lo que se merece, aunque presentará buenos resultados.
Siguiendo la tendencia de los últimos ejercicios, si Paramount sube Lionsgate baja. Entramos en la breve consideración de los estudios minoritarios de Hollywood con la compañía de Santa Monica que dirigen Mark Rachesky y Jon Feltheimer. Este ejercicio no ha sido nada bueno para ellos puesto que han bajado más de un 4%. Para un estudio de estas dimensiones resulta demoledor. Las grandes franquicias de las principales majors han acabado con el factor sorpresa que siempre ofrece Lionsgate y tampoco ha contribuido que este año no hayan lanzado ninguna producción triunfadora entre el público juvenil.
STX Entertainment sube cuatro décimas y se mantiene en el top-10 gracias a la comedia I Feel Pretty y al drama de acción Den of Thieves. Focus Features, por su parte, mantiene posiciones gracias especialmente al taquillaje de una de las mejores películas del año: BlacKkKlansman.
Por último, destacar la entrada en el top-10 de un histórico sello que hace décadas que sobrevive entre las sombras. Nos referimos a MGM/UA, un estudio que lucha incansablemente para mantener su entidad en tiempos convulsos. Este año consigue desplazar a Fox Searchlight gracias al fulgurante éxito de Creed II. A pesar de las contrariedades que ha tenido que superar, MGM/UA mantiene algunas marcas bajo su paraguas que permiten su subsistencia. Todo lo relacionado con Rocky supone un enganche con el público, al igual que también su eterno acuerdo con Eon para co-producir los films de la franquicia Bond.
En conclusión, gran año para la industria de Hollywood y fortalecimiento del caudal financiero en el negocio del cine. Con sus obvias fluctuaciones, la industria en global mantiene su poderío y eso permite que se puedan seguir produciendo películas de menos presupuesto y mayor repercusión crítica, tanto a través de acción directa como de sellos vinculados. El éxito de los grandes blockbusters mantiene a flote a toda la producción cinematográfica, de cualquier índole y repercusión.