A lo largo de su extensa carrera, con Freddie Mercury como frontman, Queen obtuvo un éxito demoledor. Es una de las bandas más influyentes de la historia y su legado es tan magno que continúa atrayendo a nuevas generaciones gracias a una calidad musical contrastada e intemporal. Hemos tenido la oportunidad de hablar en profundidad sobre la trayectoria de Queen a través del análisis del film biográfico Bohemian Rhapsody. Razón de más para centramos en una faceta de la banda que no siempre se incluye en el relato de su trayectoria. Nos referimos a sus importantes contribuciones en el mundo del cine, a través de numerosas canciones.
Debemos iniciar este repaso por una banda sonora íntegramente compuesta, interpretada y producida por Queen. Nos referimos a la adaptación del cómic de ciencia ficción que abrió el sub-género de la space opera: Flash Gordon (1980). Tras varios intentos fallidos, Dino De Laurentiis consiguió levantar la producción de una película que trató de llegar al público recogiendo el alma de los cómics iniciales y también de los seriales cinematográficos que tanto influyeron a George Lucas. El problema, si queremos llamarlo así, es que para conseguir captar ese espíritu, el guionista Lorenzo Semple Jr. y el director Mike Hodges optaron por un tono camp que no podría resistir el paso del tiempo. Visto en perspectiva, el mayor fracaso de esta adaptación surgió de pensar que el público estaría dispuesto a aceptar un tipo de narración y de tono completamente discordantes con el momento que se vivía en el género de ciencia ficción. Tratar de recoger el testigo de Star Wars para proponer una space-opera, con estructura de historieta, no podía fructificar como espectáculo de masas. Aún así, Flash Gordon es una cinta que rezuma pasión hacia un cine de aventuras arcaico, sumido en el encanto de la serie B. Eso la ha convertido en un film de culto entre los fans de la ciencia ficción fantástica.
Para darle mayor impacto, se pensó en la posibilidad que la BSO fuera encargada a una banda de rock. Era evidente, en ese momento, que el grupo con mayor impacto mundial era Queen. De hecho, se considera que entre 1980 y 1981, la banda consiguió llegar a la cima de su éxito. Las ventas de discos por semana batían récords a ambos lados del Atlántico y su creatividad a la hora de componer estaba alcanzando cotas altísimas al ser capaces de introducir el sintetizador a sus composiciones para incorporar elementos de funk, pop y disco. Quizá todo aquello que se decidió no invertir en el aspecto técnico derivó hacia la parte musical.
Queen aceptó el reto y compuso una banda sonora de 18 temas que se acabó convirtiendo en su noveno álbum de estudio. Su impactante tema inicial, compuesto por Brian May, fue el emblema de la película y ha perdurado en el tiempo como ejemplo de fusión entre épica y rock alternativo.
A pesar de contar con un actor protagonista absolutamente lamentable, la cinta disponía de un plantel de secundarios de altísimo nivel y eso le permitió sobreponerse a diversas situaciones vergonzantes que ocurren a lo largo del metraje. Os dejo con la interpretación del tema a cargo de la banda:
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