1 de juny del 2018

Rodando en Nueva York: Pactar con el Diablo (Devil's Advocate, 1997)


Kevin Lomax (Keanu Reeves) es un joven abogado defensor que está impactando en los círculos jurídicos del norte de Florida gracias a su imbatibilidad en la sala de juicios. Habiendo defendido a toda clase de delincuentes, siempre ha sabido encontrar la brecha legal para plantear dudas razonables entre los jurados. En su último caso en Gainesville, incluso ha sido capaz de acorralar a una menor invirtiendo las acusaciones en un choque que pone a prueba su dudosa moralidad. Sus reparos se disipan con la victoria y la celebración... 

No obstante, sus constantes victorias no le han permitido mejorar su status social ya que en su terreno de acción no se mueven casos de gran montante económico. Su esposa, Mary Ann Lomax (Charlize Theron), es feliz con sus victorias pero constantemente sueña con mayores posibilidades que les permitan formar una familia sin agobios.

Esa oportunidad dorada llega cuando el prestigioso bufete neoyorkino Milton, Chadwick & Waters le hace una oferta para seleccionar un jurado en uno de los futuros casos de la firma. Aunque, en principio, se trata de un encargo puntual, Lomax no quiere desaprovechar la ocasión de probarse en el mayor teatro de operaciones judicial.

Una vez en la Gran Manzana, el joven matrimonio pronto conoce al socio principal del bufete, John Milton (Al Pacino), un auténtico bon vivant que disfruta de una vida entregada al ocio mientras extiende los tentáculos de su poderosa firma por todo el mundo. Su poder e influencia cautivan a Kevin y la oferta para incorporarse al bufete acaba colmando la mayor de sus ambiciones.


Pero no todo es tan diáfano en Milton, Chadwick & Waters. Caer bajo el influjo del sombrío Milton acarrea consecuencias y tanto Kevin como Mary Ann las sufrirán en sus propias carnes...

Pactar con el Diablo (Devil's Advocate) es un exitoso thriller de 1997, dirigido por Taylor Hackford, que fue capaz de devolver el matiz demoníaco al cine de una forma visualmente obscena pero eficaz. La película no trataba de ser un ejercicio de estilo, fornido de insinuaciones y texturas diversas. Hackford planteó una trama directa, cuyos subterfugios estaban siempre al servicio de una narración atractiva que redundaba en beneficio de la carismática interpretación de Al Pacino.


Los exteriores se rodaron en multitud de localizaciones neoyorkinas pero me gustaría resaltar aquella que alberga la secuencia del primer encuentro entre Lomax y Milton. En la cinta, esa primera toma de contacto se produce en el despacho personal de Milton, situado en el ático de un lujoso rascacielos del downtown.

En la realidad, el escenario elegido fue la terraza del Continental Plaza, situado en la esquina que forman Front Street y Maiden Lane, junto al East River. Se trata de un edificio de oficinas, de más de cincuenta plantas, que alberga despachos de varias corporaciones que operan en la bolsa de Wall Street y quieren tener cercanía al distrito de negocios de la ciudad. La terraza del Continental aparece tal cual es, excepto que el agua que podemos ver en la secuencia fue añadida digitalmente en post-producción. La magia del cine, una vez más...