Un artículo de Francesc Marí.
Siete años después de que una versión muy preliminar de su personaje viera la luz del cine, Goofy consigue protagonizar en solitario el primer corto de su colección. Aunque en los últimos años, sobre todo tras aliarse con Mickey y Donald, este personaje ganó mucho dejando en segundo plano a otros, como Horace o Clarabelle, siempre actuaba como comparsa de los demás, por mucho que, a la hora de la verdad, fuera él quien se llevará el gato al agua con sus gags. Goofy and Wilbur será el primero de muchos cortos, en los que Goofy conseguirá demostrar su talento para ocupar en absoluto solitario la pantalla.
Tras intentar pescar con tabaco de mascar y un tronco en On Ice (1935), Goofy parece haber aprendido la lección y esta vez cuenta con la ayuda de un saltamontes llamado Wilbur. Este animalito, aprovechándose de un actitud fanfarrona y atrevida, provocará a los peces para que lo persigan y Goofy pueda cazarlos con una red de pescar. Sin embargo, cuando creen que será un gran día y una magnífica expedición, todo se tuerce y Wilbur acaba en el estómago de un pez, ante lo que Goofy hará todo lo posible para salvarle la vida a su querido insecto.
Goofy and Wilbur, además de ser el primer corto en solitario de Goofy, es el primero en que Pinto Colvig no prestó su voz para el personaje, y fue George Johnson el que tomaría el relevo, en este y los siguientes cortos hasta que Pinto Colvig volviera a Disney.
Aun con este cambio en el reparto, el Goofy que se nos presenta en este corto no tiene necesidad alguna de voz. Al contrario, es tan sumamente expresivo que con el trabajo de los animadores es suficiente para transmitir la historia y su mensaje al público. En este sentido, Goofy se descubre al público como el que teorizó Art Babbitt.
Ficha técnica
Director: Dick Huemer.
Guión: Otto Englander. Música: Paul J. Smith.
Animadores: Art Babbitt, Isadore Klein, Ed Love, Wolfgang Reitherman, Bernard Wolf. Productor: Walt Disney.
Intérpretes: George Johnson (Goofy).
Estreno: 17-III-1939.