Un artículo de Mike Sanz.
A finales de agosto de 1980, Jake se muda al campus de la universidad de Austin, en Texas. Ha conseguido una beca deportiva y el equipo de béisbol espera su llegada para darle la bienvenida a su nueva vida, en la que no faltarán el alcohol, las fiestas, las chicas ni el deporte.
Todos Queremos Algo es la nueva película escrita y dirigida por Richard Linklater, cineasta afincado en su Texas natal. De carrera irregular pero interesante, Linklater se consagró con Movida del 76 (Dazed and Confused, 1993), película de culto que narraba el inicio de las vacaciones de verano de un grupo de jóvenes a las afueras de Texas y que contaba con un reparto de intérpretes emergentes, caso de Ben Affleck, Milla Jovovich, Adam Goldberg y un primerizo Matthew McConaughey. Este ejercicio narrativo dio a Linklater una posición cómoda dentro del panorama independiente, que le permitió compaginar películas menores con la trilogía Antes de... (1995-2013, protagonizada por Ethan Hawke, su amigo y actor fetiche), el clásico generacional Escuela de Rock (School of Rock, 2003), la adaptación de A Scanner Darkly, de Philip K. Dick (2006) y Boyhood (2014), un proyecto personalísimo que tardó doce años en rodar, pues narraba la infancia y adolescencia de un niño en Texas. Tras el reconocimiento obtenido por esta última cinta, la siguiente película del texano ha sido reconocida ampliamente como la «secuela espiritual» de Movida del 76.
Todos Queremos Algo es la nueva película escrita y dirigida por Richard Linklater, cineasta afincado en su Texas natal. De carrera irregular pero interesante, Linklater se consagró con Movida del 76 (Dazed and Confused, 1993), película de culto que narraba el inicio de las vacaciones de verano de un grupo de jóvenes a las afueras de Texas y que contaba con un reparto de intérpretes emergentes, caso de Ben Affleck, Milla Jovovich, Adam Goldberg y un primerizo Matthew McConaughey. Este ejercicio narrativo dio a Linklater una posición cómoda dentro del panorama independiente, que le permitió compaginar películas menores con la trilogía Antes de... (1995-2013, protagonizada por Ethan Hawke, su amigo y actor fetiche), el clásico generacional Escuela de Rock (School of Rock, 2003), la adaptación de A Scanner Darkly, de Philip K. Dick (2006) y Boyhood (2014), un proyecto personalísimo que tardó doce años en rodar, pues narraba la infancia y adolescencia de un niño en Texas. Tras el reconocimiento obtenido por esta última cinta, la siguiente película del texano ha sido reconocida ampliamente como la «secuela espiritual» de Movida del 76.
Todos Queremos Algo cuenta una historia complementaria y retoma los temas ya expuestos en su predecesora. Cuenta los primeros días en la universidad de Austin de un joven que experimenta, por fin, el complejo mundo de los adultos. Lo que a primera vista podría pasar por una comedia de situación alocada, en la línea de American Pie, pronto presenta a los espectadores un trasfondo rico en nostalgia y reflexiones acerca del paso del tiempo, la amistad y la responsabilidad. Linklater retoma la técnica narrativa de Movida del 76 y recurre a una sucesión de escenas de la vida cotidiana para retratar una época, el paso de los setenta a los ochenta. Solo transcurren tres días, pero hay tiempo de dar pinceladas acerca de las aspiraciones y la rutina del equipo de jugadores de béisbol.
Todos Queremos Algo se basa en la naturalidad de la puesta en escena. El propio director ha comentado en varias entrevistas que escribió el guion basándose en sus experiencias personales y que recurría a sus recuerdos para indicar a los actores qué expresiones y qué lenguaje corporal eran los de la época. El reparto, a pesar de estar compuesto por caras poco o nada conocidas, logra transmitir espontaneidad y camaradería para que la película fluya. Destacan las interpretaciones de los protagonistas, Blake Jenner y Zoey Deutch, y de secundarios como Tyler Hoechlin (el niño de Camino a la Perdición) y Austin Amelio (Dwight en The Walking Dead). Linklater se sirve también de una banda sonora elegida con tacto, que va de la música disco al country y el punk y que incluye clásicos como My Sharona, Heart of Glass o Hand in Hand.
Tras el éxito rotundo de Boyhood, Richard Linklater ha vuelto al pasado con la secuela de uno de sus títulos más emblemáticos. Nos deja con un viaje emocional a otra época que despierta emociones universales, y lo consigue con una película independiente y cuidada al detalle.