24 d’agost del 2015

Spielberg on Spielberg: Minority Report (2002)


"Siempre quise hacer una película con una historia del estilo de George Orwell porque cuando era joven leí 1984 y me encantó. También quería hacer algo en la línea del cine negro. Minority Report ofrecía ambas posibilidades."

Tras el éxito comercial de Desafío Total (Total Recall, 1990), uno de sus guionistas, Gary Goldman, adquirió los derechos de "The Minority Report", otra historia corta del maestro de la ciencia ficción literaria Philip K. Dick. Goldman escribió un primer borrador junto a Ronald Shusett, también guionista de Total Recall y Alien (1979). Pero el proyecto no acabó de convencer a los ejecutivos de la 20th Century Fox y durmió el sueño de los justos hasta que el novelista Jon Cohen decidió escribir un nuevo tratamiento. La Fox había decidido apostar por el nuevo material y fichó al holandés afincado en Hollywood, Jan De Bont, como director. 

Fue en ese momento cuando Tom Cruise se interesó por el guión y decidió protagonizar la futura película. Sin embargo, sus planes diferían de los previstos por el estudio. Cuando leyó el borrador de Cohen pensó que por fin se presentaba el proyecto ideal para trabajar con Steven Spielberg. Ambos se habían conocido en el set de Risky Business (1983) cuando Spielberg visitó el rodaje invitado por su colega y futuro socio en DreamWorks, David Geffen. En los años subsiguientes, Cruise y Spielberg se hicieron amigos y empezaron a buscar opciones para trabajar juntos. Iban a coincidir en Rain Man (1989) pero finalmente el director tuvo que dejar el proyecto por coincidencia de fechas con el rodaje de Indiana Jones y la Última Cruzada (Indiana Jones and the Last Crusade). Resulta interesante comprobar como la base de la amistad entre ambos era completamente diferente a la mantenida por Spielberg y Tom Hanks. En este último caso, director y actor tenían dudas iniciales acerca de trabajar juntos porque no querían mezclar los roles. Sin embargo, en el caso de Cruise, la amistad que forjaron derivó rápidamente hacia la opción de coincidir en un proyecto conjunto.
"Es un artista increíble y una persona excepcional. Quería trabajar con él desde hacía mucho tiempo y Minority Report fue la mejor opción para conseguirlo."
Tom Cruise, hablando sobre Steven Spielberg.

Cruise le pasó el guión de Jon Cohen al director y éste, tras leerlo, consideró que mantenía la excelente premisa argumental de Philip K. Dick y era idóneo para Cruise pero necesitaba algo más de trabajo en cuanto al desarrollo de la trama. Jon Cohen volvió a revisarlo y esta vez sí convenció a Spielberg para aceptar. Sin embargo, la agenda de ambos estaba llena en 1997 y, durante ese compás de espera, Spielberg trajo a otro guionista, Scott Frank, para que puliera el script.


En un principio, estaba previsto que el rodaje empezara al término de Mission: Impossible II (2000) pero el largo retraso en la producción dirigida por John Woo cambió los planes. La revisión de Scott Frank pudo ser más profunda y Spielberg dispuso de tiempo para dirigir y producir A.I. (2001). Finalmente, se fijó el inicio de la filmación para el 22 de marzo de 2001. Cruise llegó al set tres días después de haber acabado su trabajo en Vanilla Sky (2001), de Cameron Crowe.

El argumento nos lleva a un futuro no tan lejano. Las nuevas drogas de síntesis han causado un fuerte impacto en las sociedades avanzadas y sus secuelas se empiezan a notar en las nuevas generaciones. Algunos vástagos de padres adictos han desarrollado una capacidad de pre-cognición que les convierte en parias de la sociedad. Tres de ellos llamaron la atención de la doctora Iris Hineman quien fue capaz de crear un sistema tecnológico que procesa las predicciones de los pre-cog para desarrollar un programa de seguridad preventiva llamado Pre-Crimen, cuyo ámbito de acción se ha circunscrito al área de Washington D.C. Los pre-cog funcionan como mente colectiva y sus predicciones identifican a la futura víctima de asesinato y al autor material del delito. Además, sitúan el crimen en el tiempo de manera que una unidad especializada puede intervenir y detener al futuro culpable antes de que vaya a realizar la transgresión. El capitán John Anderton lidera con éxito la división Pre-Crimen mientras su antiguo jefe en la policía, Lamar Burgess, se encarga de la dirección administrativa y burocrática. Ante el inminente lanzamiento del programa Pre-Crimen a nivel nacional, el Departamento de Justicia envía a uno de sus agentes para auditar el procedimiento y asegurar que no existen fallos en las predicciones. ¿Qué ocurrirá cuando el propio Anderton sea marcado como futuro asesino mientras la investigación oficial está en marcha? Huir sirve de poco cuando una predicción está realizada pero Anderton se encomienda a la posibilidad de que exista un informe en minoría, es decir, un veredicto no unánime de los pre-cognitivos.


Con una premisa de tal calibre que, además, se desarrollaba mezclando intriga, investigación e importantes dosis de acción, Spielberg quería rodear a Tom Cruise de un reparto convincente. Aunque el director definió el film como 50% desarrollo de personajes y 50% varias capas de trama compleja, deseaba que los actores ejercieran de contrapeso al fuerte ritmo narrativo que pensaba imprimir. Para dar vida al agente del Gobierno, Danny Witwer, quería a Matt Damon pero los sucesivos retrasos impidieron su participación y permitieron que entrara un actor que ya había demostrado que podía ser una referencia de futuro: el irlandés Colin Farrell. Ian McKellen no estaba disponible para dar vida a Lamar Burgess y su lugar fue ocupado por el legendario intérprete sueco Max Von Sydow. La británica Samantha Morton fue seleccionada para el complejo papel de Agatha, la pre-cog más talentosa y compañera involuntaria de Anderton en su huída.


Tras verla en The Contender (2000), una producción de DreamWorks dirigida por Rod LurieSpielberg contrató a Kathryn Morris para el papel de Lara, ex-esposa de Anderton. Lois Smith interpretó a la doctora Iris Hineman, en un breve papel inicialmente ofrecido a Meryl Streep. La excepcional serie bélica Hermanos de Sangre (Band of Brothers), co-producida por Spielberg y Tom Hanks, dio oportunidades de sobresalir a actores jóvenes poco conocidos. El rol de Gordon Fletcher, principal ayudante de Anderton, recayó en Neal McDonough, quien daba vida al Teniente "Buck" Compton en la serie de TV. Por otra parte, el director volvió a llamar al sueco Peter Stormare, con quien había trabajado en The Lost World: Jurassic Park (1997), para que mostrara sus siempre sorprendentes dotes interpretativas encarnando a Eddie Solomon, un delincuente que opera en el mercado negro trasplantando ojos. 


Minority Report fue el resultado de la alianza entre Amblin Entertainment, Blue Tulip (la productora de Jan De Bont), y Cruise/Wagner Productions. De Bont estuvo acreditado como productor por los acuerdos a los que había llegado con la Fox pero fue un mero formalismo. Gary Goldman y Ronald Shusett, por su parte, batallaron para que se les reconociera su derecho inicial como autores del primer guión y se les acreditó como productores ejecutivos. Sin embargo, los productores con peso específico fueron algunos de los colaboradores habituales del director: Gerald R. Molen, Bonnie Curtis y Walter F. Parkes, un hombre en quien Spielberg había confiado para presidir Amblin y al que posteriormente otorgó el puesto de jefe de producción en DreamWorks Pictures. La distribución en Estados Unidos estuvo a cargo de la 20th Century Fox mientras que DreamWorks se ocupó del ámbito internacional. 
"A la ciencia ficción le encanta avisar. La ciencia ficción siempre ha sido una especie de alerta de primer nivel sobre lo que se avecina. Es más fácil para el público aceptar los avisos de la ciencia ficción sin sentir que se le está sermoneando." 
Minority Report acabó resultando un brillante ejercicio de estilo en el que Spielberg mezcló sabiamente la ciencia ficción futurista con una trama deudora del cine negro clásico. Habiendo conseguido esto, es importante plantearse también las importantes repercusiones morales y éticas derivadas del núcleo argumental. La posibilidad de prever los crímenes de asesinato y detener a los futuros culpables antes de que cometan el delito supone entrar en un ineludible conflicto moral. ¿Es justo detener al culpable antes de que cometa el crimen? ¿Podemos tener la seguridad de que el sistema es infalible? ¿Hallar la previsibilidad de lo imprevisible no atenta contra los valores elementales de la lógica? ¿Es este el nuevo sistema de justicia que nos espera donde cualquier día pueden detenernos por un delito que aún no hayamos cometido?


Sin duda alguna, la mejor forma de ilustrar esta polémica en la película es leer a los implicados y recoger sus impresiones. Al mismo tiempo, es importante ir al origen de todo: Philip K. Dick. El guionista Jon Cohen afirma lo siguiente:
"Dick parecía no estar conectado con el mundo. Nunca sintió que formara parte del mismo mundo que el resto de las personas. Procedía de una familia problemática y arrastraba problemas físicos y psicológicos. Siempre tuvo dudas acerca del mundo y desarrolló una fuerte paranoia social. Sus creaciones literarias expresan siempre este escepticismo y nos sitúan en un futuro donde se le da la vuelta a todo y lo improbable se convierte en posible. Uno de los temas de Minority Report es como miramos al futuro y allí es donde encontré la pista para convertir el relato corto en guión. Pensar en el mundo de los pre-cog me dio la clave. Son sus ojos, su mirada. Lo que ve el protagonista es lo que ellos ven y allí se encuentra la clave de todo. Empecé a trabajar a partir de ello."
Scott Frank, el guionista que tomó el relevo de Cohen, entró en el proyecto con el encargo de Spielberg de darle un toque de cine negro y éste, además, profundizó algo más en los personajes recuperando el espítitu del Sci-Fi de los años 60 y 70. Trató de dar realismo a los personajes y convirtió a John Anderton en el reflejo del protagonista paradigmático del noir: un héroe turbado por su pasado cuya familia ha sufrido las consecuencias. En este caso, la misteriosa desaparición de su hijo le condujo a la más profunda desesperación y, tras su divorcio, halla consuelo en la reproducción de los vídeos holográficos en los que puede "tocar" la vida que perdió. Centrado en el trabajo a las órdenes de un jefe al que admira, Anderton es un devoto del sistema Pre-Crimen pero todo se vendrá abajo cuando él misma sea el objetivo. Spielberg decidió ponerse al frente del proyecto cuando el guión de Frank colmó sus expectativas. Superó los arquetipos con una fascinante puesta en escena y una premisa narrativa que engancha de inmediato.
"A todos nos gustaría conocer el futuro. Saber que va a pasar en el mundo, en nuestras vidas. Es la necesidad de conocer lo desconocido. Y creo que la historia juega con lo que haríamos si pudiéramos saber cosas del futuro, particularmente sobre la vida y la muerte. Si hubiera un sistema infalible que tuviera la bendición de la Corte Suprema y fuera votada por el pueblo para cambiar la Constitución y evitar los asesinatos, sin un solo fallo, yo estaría a favor."
Sin embargo, Tom Cruise introduce otro elemento en la ecuación:
"¿Qué pasa con el ínfimo porcentaje de personas que posiblemente hubieran cambiado de idea? Nadie quiere cambiar los derechos por los que luchamos y morimos."
El productor Gerald R. Molen opina lo siguiente:
"Da miedo pensar que hubiera algo llamado policía del pensamiento que sienten que pueden adivinar lo que la gente puede hacer. Pero, en cuanto a la vertiente cinematográfica, es una oportunidad para crear un thriller de primer nivel." 

Por consiguiente, cualquier sistema que en el futuro pudiera ofrecer este tipo de opciones vendría siempre acompañado por la polémica y el debate ético y moral. Cuando se desarrollan procedimientos que cambian radicalmente el panorama existente surgen dudas importantes. Pero, como sociedad, algún día deberemos enfrentarnos a situaciones que puedan modificar, de forma singular, nuestro devenir. Se podrán establecer muchos debates pero, al final del camino, las innovaciones acaban siendo inevitables. Quizá las futuras generaciones acaben conviviendo con tecnologías no demasiado alejadas de lo que plantea Minority Report. Sin embargo, todo esto nos lleva a la disyuntiva del conflicto entre libre albedrío y determinismo. La película defiende el determinismo hasta que Anderton tiene la opción de elegir porque conoce su futuro. Aún así, existen otros elementos añadidos por la trama que se pondrán en juego para no variar los hechos. Sin duda alguna, es una forma brillante de tratar un conflicto trascendental extremo desde el lenguaje cinematográfico. No busca ser concluyente porque nadie puede serlo cuando se tocan estos temas. Cuando hemos visto futuros distópicos en el cine nos sumergimos en un terreno en que aumenta la especulación. Y cuando se trata de predecir el futuro, ya estamos tocando temas excesivamente delicados que van más allá de la imaginación. Nos quedamos tranquilos pensando que estos sistemas no se harán posibles nunca pero son varios los científicos que defienden la posibilidad de poder predecir determinados elementos del futuro. Porque, en el fondo, los pre-cog ven las decisiones que toman libremente los individuos. El libre albedrío y el destino marcado acaban coexistiendo.

Este es un thriller que, a partir de cierto momento, abandona la elucubración para centrarse en la acción y la lucha por conocer la verdad.  No debía ir más lejos en el tema predictivo porque su argumento habría perdido credibilidad. Spielberg para en el momento justo y deja mayor espacio para la reflexión posterior sobre la deriva de los Gobiernos hacia sistemas de control cada vez más potentes. Esta película se rodó antes de los atentados del 11-S en Nueva York pero ya presenta una posición crítica en el debate seguridad-privacidad. En los años siguientes, el eco del impacto social que representó el 11-S ha dejado una huella muy clara en la producción audiovisual.


Anderton afrontará poderosas dudas en su huida. Era un devoto creyente en Pre-Crimen pero ahora es un forajido del sistema. Ese compromiso moral con su trabajo, muy propio del noir, se resquebraja cuando él mismo queda marcado. De repente, las fisuras que buscaba Danny Witwer y que le resultaban incómodas, son todo lo que le queda para buscar una salida a su situación. Tendrá que descubrir si verdaderamente hay un fallo en el sistema, expresado con un informe en minoría, o si va a matar a Leo Crow y el fallo está en él. Esta encrucijada brindó a Spielberg la motivación principal para dirigir a Cruise en la película. Y trató de exprimirla al máximo.

Max Von Sydow, por su parte, da vida a Lamar Burgess quien se configura como figura paterna de Anderton hasta que comprobamos su grado de compromiso en la defensa del sistema Pre-Crimen. Sobre el trabajo con Spielberg opina lo siguiente:
"Hay directores que dan muchas órdenes. Odio eso, quiero tener parte de la iniciativa. Spielberg sugiere, inspira y dirige a los actores sin que ellos se den cuenta. Conoce tan bien la película que sabe improvisar y eso es maravilloso. Cuando improvisa una toma ve otras cosas. Quizá son cosas que no están planeadas y las utiliza. Conoce muy bien el lenguaje de la cámara y el lenguaje del cine; mejor que cualquier otro." 

Los tres pre-cog reciben los nombres de Agatha (por Agatha Christie), Dashiell (por Dashiell Hammett), y Arthur (por Sir Arthur Conan Doyle). Son personas que, por su procedencia, quedaron bajo la custodia del Gobierno a muy temprana edad. Pronto descubrieron que eran capaces de dar predicciones pero fue Iris Hineman quien comprobó que juntos tenían un don complementario que podía ser mucho más potente. Fue entonces cuando se creó el sistema para que fueran la base de un sistema de intervención preventiva. Pero Agatha es más sensible y talentosa que los dos gemelos. La interpretación de Samantha Morton sería muy demandante puesto que, más allá de la bañera que amplifica sus habilidades y les nutre, se les administran potentes calmantes para mantenerles en un estado semi-vegetativo. Cuando Anderton saca a Agatha de este entorno, las consecuencias para la chica son bastante duras. Ver como Agatha va haciendo predicciones sin control, casi segundo a segundo, es uno de los grandes instantes del film. Morton opina así sobre su papel:
"Es un oráculo, como una niña en esencia pero muy sabia. Ve y siente las emociones de la gente. Siente también el dolor y el sufrimiento. La pulsión del asesino es la más fuerte por ello es capaz de liderar a sus compañeros en la identificación de los futuros culpables. Spielberg me permitió enseñarle como había pensado interpretarla y le gustó mi idea. Después, hablábamos del significado de cada momento pero validó mi idea inicial, lo cual me sorprendió tratándose de un director tan importante."
La película transcurre en 2054. Dado que solo distaban algo más de cincuenta años desde el momento del rodaje, Spielberg consideró importante que la puesta en escena ofreciera una imagen de futuro posible. Por todo ello reunió a los mejores especialistas del mundo en tecnología, medio ambiente, medicina, lucha contra el crimen, transportes e informática para que trazaran como sería el futuro. De los tres días de brainstorming salieron muchas ideas que se aplicaron después a la película. Hubo algo que quedó meridianamente claro en esas reuniones: la pérdida de intimidad en beneficio de la seguridad. Las teorías de George Orwell se van a hacer realidad en el siglo XXI y ya lo estamos comprobando día a día. La diferencia con el marco temporal de Minority Report es que ya han sido capaces de avanzar hasta el punto que el constante escáner de iris se traduce en sugerencias comerciales personalizadas para cada persona, entre otras cosas. Por supuesto, esto significa que aumenta el control al poder ser identificado y rastreado en cualquier lugar. Desgraciadamente, a nadie puede extrañar que la deriva de los Gobiernos vaya hacia esta dirección. El derecho a la privacidad recula ante las nuevas tecnologías de control y seguimiento en beneficio de la seguridad general. Pero cuando esta seguridad se convierte en vigilancia tenemos servida la mayor de las polémicas. ¿Llegará un tiempo en que la gente aceptará sin problema estos sistemas tal y como se ve en la película? Probablemente, este escenario es irreversible aunque siempre se mantendrá algún vestigio de garantía jurídica individual.

Spielberg crea un plano con fuertes reminiscencias: Agatha y Anderton como versión moderna del mito clásico de Jano. El principio y el final de todo.

Janusz Kaminski tuvo que enfrentarse, por primera vez en su carrera, a un film noir. Por consiguiente, tenía que incluir las marcas características del género: oscuridad, picados y contrapicados de cámara y propuestas de ángulos muy extremos. Asimismo, la película cuenta con movimientos de cámara muy agresivos, tomas cenitales, y primeros planos muy reforzados. Spielberg, además, quería ofrecer una imagen sucia, oscura, áspera y muy fría. Minority Report no era una aventura inocente como A.I. y debía notarse especialmente en momentos muy concretos. El mundo que refleja la película debía ser bastante brutal así que Kaminski se puso a ello creando un proceso de blanqueamiento post-filmación que resaltaba los tonos azulados creando una sensación constante de frialdad. Se rebajó un 40% el color y la imagen final se acerca al blanco y negro. La única secuencia que no pasó por este proceso fue la que acontece en la piscina donde Anderton pierde a su hijo. Ese momento representa el último instante de felicidad en la vida de John y debía distanciarse cromáticamente del resto de la cinta. Otro instante que Kaminski destaca en Minority Report ocurre cuando Agatha, en la habitación del pequeño Sean Anderton, reconstruye lo que habría sido su vida futura ante sus padres. La iluminación sobre Agatha busca deliberadamente hacerla parecer un ángel. La cara de Samantha Morton brilla, es casi irreal al igual que lo son también sus palabras. Es una secuencia de extrema emotividad y sensibilidad, muy empática. Y además sirve para ayudar a John a aceptar lo sucedido, algo que su ex-esposa ya había sido capaz de hacer.


Para crear los escenarios y caracterizar las localizaciones, Spielberg reclutó al diseñador de producción Alex McDowell. Le había llamado la atención su trabajo en la icónica película de David Fincher, El Club de la Lucha (Fight Club, 1999), y también había quedado impresionado con los bocetos que había preparado para una nueva versión de Fahrenheit 451 que iba a dirigir Mel Gibson pero que nunca llegó a buen puerto. McDowell diseñó el logo de Pre-Crimen en base a la idea que tenía para la balsa en que están sumergidos los pre-cog. Dicho espacio busca convertirse en la metáfora de un útero humano, con seres suspendidos en una solución acuosa de nutrientes que se asemeja al líquido amniótico. El cuartel general de la división policial también se debe exclusivamente a su trabajo. Spielberg ansiaba un Pre-Crimen transparente que respondiera a la idea de que no había nada que ocultar. Solo habría un espacio que escaparía a ese criterio: la cámara de los pre-cog. Así pues, el diseñador se decantó por incluir muchos espacios diáfanos separados por vidrio. Eso permitió que Janusz Kaminski pudiera aprovechar más ángulos de cámara al poder ver a través de las mamparas. Esto creaba una imagen de capas densas que confluía con el argumento de la película donde las tramas de misterio se van superponiendo. McDowell analizó las obras de los arquitectos más futuristas y convenció al director con unos diseños que están entre lo mejor que se ha visto en el cine de ciencia-ficción. Con estos escenarios y la dirección de Spielberg dedicando un plano cenital a Agatha pronunciando "murder", tenemos una fórmula de excelencia artística y también de éxito entre el público.


La secuencia de las espiarañas supone otro de los momentos cumbre del film. Alex McDowell tuvo la idea de crearlas como si fueran "un busca diseñado por Porsche" y el resultado fue espléndido. Los técnicos de Industrial Light & Magic les dieron vida y el equipo de Gary Rydstrom las dotó de sonido. Spielberg se apoyó en McDowell para hacer previsualización del plano cenital que ilustraría el despliegue de las espiarañas en busca de Anderton. El resultado final es extraordinario además de reflejar ese espíritu sucio y áspero que el director buscaba para la película.

Por otra parte, el director contrató a la empresa Imaginary Forces para que crearan las imágenes que ven los pre-cog. El trabajo que estos técnicos habían realizado con los títulos de crédito iniciales de Seven (1995) le convenció de que eran los mejores para el encargo. Ellos definieron unas imañgenes que no serían rectangulares sino circulares, debían crear algo orgánico. Una vez rodadas las escenas, la empresa Asylum compactó las imágenes y fueron integradas en las pantallas pre-vid que vemos en el film. En cuanto al elemento tecnológico estrella de la película, Spielberg quería crear una especie danza con las manos y el lenguaje informático. Las visiones de los pre-cog transferidas a la pantalla son fragmentos, por tanto la interfaz debía de ser gestual para reconstruir las escenas del crimen. No debía haber teclados ni mouse. La visualización del sistema se asemejaría a dirigir una orquesta y a eso se dedicaron Tom Cruise y Colin Farrell, consiguiendo un efecto muy logrado que se complementó en post-producción.

"Es una película difícil. Hay mucha historia, misterio, y pistas constantes. Hay que estar muy atento. Anderton está pasando por una terrible lucha emocional. Se trata de una historia muy humana. Hay muchos misterios pero todos tratan sobre las personas. Y ese misterio se encuentra en personajes muy diversos. Minority Report se parece al cine negro de John Huston. Hay personajes con más fuerza que los protagonistas y que van dando información que apunta a inocencia o culpabilidad. La suma de todos ellos ayuda a descifrar y resolver el misterio."
Aunque Minority no esté considerada especialmente por su banda sonora, la contribución de John Williams fue imprescindible a la hora de contribuir al tono dramático del film. El compositor se propuso recuperar la nostalgia del cine negro y mezclarla con un futuro imaginable. Aunque se trata de un film noir, la cinta incorpora mucho sentimentalismo y eso es lo que refleja el tema melódico musical sobre Lara y Sean. Por contra, el tema de Anne Lively, la infortunada madre de Agatha, evoca el ambiente misterioso del cine negro tradicional incorporando una voz femenina sugerida por el propio Spielberg. Otro momento importante de la composición se produce en la secuencia de las espiarañas. El matestro consiguió caracterizarlas con la música eligiendo el ritmo y la textura adecuados. Para ello utilizó cuernos franceses de fondo, marimbas que suenan, violas y todo ello junto en un registro medio presidido por un rasgar irritante, un ritmo que te hace sentir que no quieres tener esas cosas encima. Combinado con el sonido creado por Gary Rydstrom nos llega un efecto ácido y, en cierto modo, desagradable.


Ante una producción de estas características, el rodaje fue complejo y tuvo lugar entre el 22 de marzo y el 18 de julio de 2001. Los exteriores se rodaron en Washington D.C., Virginia y Los Angeles. En la capital se utilizó el Ronald Reagan Building como exterior para el cuartel general de Pre-Crimen mientras que en Georgetown se filmó la secuencia en que Anderton busca ropa para Agatha en la tienda GAP. También se utilizó el salón del hotel Willard Washington para la recepción en la que Burgess es finalmente desenmascarado. En Ware Point Road (cerca de Beulah, Virginia) se rodaron las secuencias en casa de Lara Anderton mientras que los ambientes lúgubres se ubicaron en el área de Los Angeles. Para los enormes sets creados por Alex McDowell se utilizaron espacios de los estudios Fox, Universal y Warner.

Un trabajo de esta exigencia estaba hecho a medida para Steven Spielberg. Tom Cruise opinaba así tras su primera colaboración con el director:
"Está acostumbrado a trabajar con grandes equipos, es su hábitat natural. Es capaz de controlarlo todo con esmero. Pero nunca pierde de vista la narración y los personajes. Siempre tiene una idea clara de lo que debe ser el film. Es fascinante observar la rapidez con que funciona su mente. Es algo que se debe contemplar, es extraordinario. La relación con el director siempre ha sido importante para mí. Es importante que ambos compaginemos y entendamos las metas del otro. Disfruto trabajando ese proceso con los directores." 
Spielberg, por su parte, añade lo siguiente:
"Es muy fácil trabajar con Tom, responde a buenas ideas. Le encantan las ideas que no están en el guión pero que inventas ese día. Tiene su diálogo memorizado pero si le presentas una sugerencia que él no haya preparado se emociona bastante al ver todos los matices que se le ofrecen a él y a su personaje. A veces pasaban varios días sin que le diese aportaciones improvisadas y él me decía: más ideas, si no las tienes yo tengo veinte. Él siempre tiene matices para añadir."  
"Estoy pasando por una etapa donde experimento y me desafío a mí mismo. Y a medida que me desafío, también desafío al público. Y me doy cuenta de que me encamino en muchas direcciones tratando de encontrarme a mí mismo aunque haya pasado la barrera de los cincuenta. Lo cual explica por qué films como A.I. o Minority Report son un poco experimentales para mí."

Minority Report se estrenó el 21 de junio de 2002 y fue un éxito. Sobre un presupuesto de 102 millones de dólares se recaudaron 358 a nivel mundial. Solo obtuvo una nominación a los Oscar para el equipo de Gary Rydstrom pero es, sin lugar a dudas, una de las mejores películas de ciencia-ficción de las últimas décadas. Además de plantear temas contundentes incorpora una alta dosis de ritmo, acción e intriga. Muchos críticos denostaron la película por su conclusión al considerarla demasiado complaciente. Es cierto que el final abre la esperanza para John Anderton pero hemos visto películas, con un final deliberadamente amargo, que no han conseguido su objetivo de contentar a los medios sino todo lo contrario. La conclusión de Minority es consecuente con el resto de la cinta y no debería juzgarse tan severamente. Sin un halo de ilusión en una sociedad futura donde la libertad parece haber dado un paso atrás, ¿qué nos queda?




Precedido por:

A.I. Inteligencia Artificial (Artificial Intelligence A.I., 2001)

Continúa en:

Atrápame si Puedes (Catch Me If You Can, 2002)