Las Guerras Clon, a pesar de ser un conflicto armado que marcó un antes y un después en la historia reciente de la Galaxia, y que desembocaría en la creación del Imperio de su yugo a lo largo y a lo ancho de la Galaxia, en las películas no se trataron en profundidad. En El Ataque de los Clones vimos como está se desencadenaba en Geonosis con el enfrentamiento entre los droides de los Separatistas y los clones de la República; mientras que, en La Venganza de los Sith, pudimos presenciar su final, con los sith alzándose de nuevo, con Palpatine y Darth Vader a la cabeza, a la vez que exterminaban a todos los jedi. Pero entre ambas películas hay un lapso de tiempo muy amplio en el que pasaban muchas cosas, y todas ellas transcendentales para el avance de la guerra.
Algo que el cine no podía permitirse llevar a cabo, fue perfecto para que el Universo Star Wars siguiera vivo de manos de la televisión, en concreto de la animación. Las Guerras Clon era un territorio que ya se había explorado en Star Wars: Clone Wars, sin embargo fue algo breve, y con muchas posibilidades. Así pues, con el mantenimiento de personajes de las películas, como Obi-Wan, Anakin, Dooku y Grievous, otros procedentes de la anterior serie, como Asajj Ventress, y la incorporación de nuevos, como la protagonista Ashoka Tano, la padawan de Anakin Skywalker, The Clone Wars se dedicó a explorar todo tipo de historias relacionas con el importante conflicto que asoló la Galaxia. Se trataron grandes argumentos como importantes batallas, y relevantes para el futuro del gobierno, como conflictos diplomáticos, como los protagonizados por Padmé, pero también se narraron historias más pequeñas, en las que conocíamos el día a día de, por ejemplo, los clones, planetas alejados del conflicto, así como otras historias para nada relacionadas con la guerra. Este es el caso del capítulo 2x17 “Cazarrecompensas”, en el que se adapta la ya clásica historia de Akira Kurosawa de Los siete samuráis de una forma brillante, demostrando de donde procede mucha de la inspiración e idiosincrasia de los Jedi.
Por otro lado, esta serie tuvo la oportunidad de descubrir personajes que apenas aparecían en las películas, como el propio Grievous o el Conde Dooku, que se convierten en los villanos principales de la trama, aprovechando el máximo potencial de dos personajes que, si bien importantes, era secundarios en las películas.
Clone Wars se convirtió en un cajón de sastre, pero en el buen sentido de la palabra. A lo largo de las seis temporadas se aprovecharon todas aquellas ideas que se habían quedado fuera de las películas, expandiendo aún más el universo. De este modo se exploraron tramas tan atractivas para el público como los mandalorianos o la vida del joven Boba Fett. Incluso se recuperó a Darth Maul, un personaje importantísimo, que tiene una legión de fans impresionante, y que, para muchos, murió injustamente en la gran pantalla, pudiendo tener una historia y un recorrido mucho más largo en el Universo, renovándose para convertirse en uno de los antagonistas más relevantes en la etapa final de la serie.
A pesar de que en poco tiempo esta serie se estableció como elemento principal del Universo, el camino que tuvo que recorrer estuvo plagado de obstáculos. En primer lugar, tras producir los episodios piloto del primer arco argumental, gustaron tanto a George Lucas y a los productores, que se decidió estrenarlos como un largometraje de animación. Tras su éxito, se retomó el proyecto inicial de la serie de televisión con capítulos de veinte minutos, y así se siguió produciendo hasta que una noticia explotó en el mundo del cine, Lucasfilm Ltd. había sido adquirida por Disney y, por lo tanto, era imposible que esta serie pudiera seguir emitiéndose en Cartoon Network. Ante esta imposibilidad, sumado a las nuevas perspectivas creativas de Disney, se decidió terminar la quinta temporada y poner fin a la trama. Sin embargo, trece capítulos de una sexta temporada que no se emitió habían sido producidos, y se optó por ofrecerlos en apenas unas semanas a través de la cadena Netflix, en la que la serie dio un último pero poco ruidoso coletazo.
A parte de este abrupto final, justo cuando la trama alcanzaba historias que enganchaban a más no poder, poco después del final de la emisión en Netflix, coincidiendo con la puesta en venta en DVD, se hizo público el orden de visionado correcto, ya que, para la emisión, se vario dicho orden en pos de unos motivos que, a priori parecen desconocidos.
A pesar de todo ello, Star Wars: The Clone Wars se convirtió en un lazo perfecto entre El ataque de los Clones y La Venganza de los Sith, rellenando el vacío que suponían las Guerras Clon. Además, se convirtió en el precedente perfecto para que el Universo Star Wars siguiera expandiéndose a través de series de animación de calidad, como la reciente Star Wars: Rebels, que tendrá la todavía más ardua tarea de unir dos episodios tan distantes en el tiempo como son La venganza de los Sith y Una nueva esperanza.