“He recorrido esta galaxia de un extremo a otro, he visto cosas muy raras, pero nunca vi nada que me impulsara a creer que haya una única fuerza poderosa que lo controla todo. Ningún campo de energía mística controla mi destino. Todo eso no son más que leyendas y tonterías.”
¿Qué haríamos sin Han Solo? Su constante contrapeso, socarrón e irónico, respecto a los grandes hechos que confluyen en la Guerra Civil Galáctica es algo absolutamente imprescindible para romper la dinámica de la space-opera y conectar, a un nivel más amplio, con el espectador. Todo ello no está reñido con la importancia determinante del capitán Solo en las vicisitudes que sacuden la trama de Star Wars. Además, el carisma excepcional del que hizo gala, gracias a la fantástica interpretación de Harrison Ford, nos ofreció algunos de los mejores momentos de la saga en su interacción con Luke Skywalker, Leia, Lando Calrissian y, por supuesto, Chewbacca. Un personaje de este tipo se echó en falta en las precuelas donde todo parecía fluir en un entorno etéreo, con poco lustre y arraigo.
Como en ocasiones ocurre con los papeles importantes de un film, la casualidad tuvo mucho que ver en la elección de Harrison Ford para el rol de Han Solo. George Lucas le conocía tras haber trabajado con él en American Graffiti (1973) y le llamó para que hiciera las réplicas a los otros actores que querían el papel. Una cosa llevó a la otra y, durante esas pruebas de cámara, Lucas se dio cuenta de que Ford resultaba más idóneo que los otros contendientes. Algunos de los que probaron fueron Kurt Russell, Nick Nolte, Christopher Walken, Perry King, Burt Reynolds, e incluso, Sylvester Stallone.
Como en ocasiones ocurre con los papeles importantes de un film, la casualidad tuvo mucho que ver en la elección de Harrison Ford para el rol de Han Solo. George Lucas le conocía tras haber trabajado con él en American Graffiti (1973) y le llamó para que hiciera las réplicas a los otros actores que querían el papel. Una cosa llevó a la otra y, durante esas pruebas de cámara, Lucas se dio cuenta de que Ford resultaba más idóneo que los otros contendientes. Algunos de los que probaron fueron Kurt Russell, Nick Nolte, Christopher Walken, Perry King, Burt Reynolds, e incluso, Sylvester Stallone.
Han Solo nació en el sistema Corellia, núcleo comercial e industrial de la galaxia. Quedó huérfano a muy temprana edad y creció como una especie de Oliver Twist del espacio exterior. Formó parte de un grupo de niños que sobrevivían a base de pequeños hurtos en las calles de Corellia. Aprendió a ser pícaro y a sobrevivir en condiciones precarias. Más adelante, acabó enrolándose en la nave de un ladrón reconocido, Garris Shrike. En la Trader’s Luck, trabajaban muchos jóvenes cuya misión era cometer pequeñas estafas y robos en los diferentes planetas que visitaban. Allí, trabó amistad con la wookie llamada Dewlanna, que se encargaba de la cocina en el Trader’s Luck. Dewlanna se acabó convirtiendo en lo más cercano a una figura materna.
Pasó el tiempo y, cuando contaba 19 años, decidió buscar su propio camino lejos de Shrike y su tropa. Pero el filibustero no estaba dispuesto a dejarle ir con facilidad e irrumpió en los planes de Han cuando éste se despedía de Dewlanna. Shrike y sus hombres le amenazaron con matarle pero Dewlanna se interpuso, sacrificando su propia vida, para que Solo pudiera escapar. Este suceso marcó terriblemente a Han. Se juró a sí mismo que algún día ayudaría a un wookie como forma de reparar la deuda que había contraído.
En los años posteriores sirvió en varias tripulaciones pero su devoción por pilotar una nave propia solo podía lograrse mediante un paso por la Academia Imperial de Carida. Allí coincidió con varios alumnos que se convertirían en funestos pilotos de cazas TIE. El adoctrinamiento no hizo mella en él, tan solo era un paso necesario para conseguir su propósito de perfeccionarse como piloto. Terminado su periodo de formación, se graduó con el rango de teniente.
Fue destinado al regimiento del comandante Pter Nyklas pero, al cabo de poco tiempo, tuvo que enfrentarse a su superior cuando éste le ordenó matar a un wookie malherido cuyo nombre era Chewbacca. Solo se negó a ejecutar la orden enfureciendo a Nyklas que le postergó a tareas de trabajo pesado hasta que finalmente consiguió su expulsión del ejército mediante una Corte Marcial. Solo decidió entonces pasar al “honorable” gremio de los contrabandistas y se alió con Chewbacca en dicha empresa.
Jugador empedernido, combinó su pasión y las actividades ilícitas por todos los rincones de la galaxia. Trabajó para clanes Hutt de Tatooine y, en particular, para el más peligroso de todos ellos: Jabba. Mientras su fama como contrabandista y piloto crecía también lo hacían sus hazañas burlando a las tropas imperiales que se interponían en sus misiones de pillaje. Fue en esa época cuando conoció a otro piloto y jugador de gran destreza, Lando Calrissian. Lando le salvó de la muerte a manos de Boba Fett y trabaron una amistad que únicamente se rompía cuando ambos estaban en la mesa de juego.
Lando era el propietario de una de las naves más rápidas de la galaxia, el Halcón Milenario. En una ocasión, cuando Solo y Chewbacca andaban cortos de dinero, decidieron reunir lo que les quedaba y participar en el torneo de sabacc en Ciudad Nube. Han se las arregló para llegar a la final y en la partida definitiva derrotó a Lando arrebatándole la propiedad del Halcón Milenario.
Pocos meses antes de la batalla de Yavin, Solo no pudo evitar a una patrulla Imperial y, ante la posibilidad de ser detenidos, lanzó la carga de billestrim al espacio antes de ser abordado. El propietario de dicha carga era Jabba…
Eso no impidió que consiguiera ganar la carrera Kessel con un tiempo inferior a doce pársecs, lo que demostró las grandes condiciones del Halcón Milenario. Jabba, mientras tanto, decidió enviar al cazarrecompensas Greedo para hacerle ver a Solo la “gravedad” de la situación aunque todos sabemos lo que pasó con el rodiano en la cantina de Tatooine.
A pesar de todo, Han era consciente que la deuda con Jabba debía saldarse rápidamente sino quería ver peligrar su vida. Y la oportunidad pareció presentarse cuando un anciano llamado Obi-Wan Kenobi reclutó sus servicios para ser transportado, junto a un joven local y dos androides, hacia Alderaan.
Lo que sucedió a continuación cambió las vidas de todos ellos al situarse en el epicentro de la Guerra Civil Galáctica, algo que atentaba contra la forma de vida que Solo había planeado pero que, con el paso del tiempo, logró implicarle en una lucha que iba más allá del beneficio monetario inmediato.
La huída de la estrella de la Muerte, la batalla de Yavin, la incorporación a la flota de la Alianza Rebelde, y su enamoramiento con Leia cambiaron la vida de Han Solo por completo. Nunca dejó de ser un astuto pícaro pero decidió prestar servicio a una causa justa. Las dificultades fueron máximas: la trampa de Vader y su captura en Ciudad Nube, la congelación en carbonita y la condena a muerte ante el sarlacc de Tatooine justo después de ser descongelado por Leia. La fuerte amistad con Luke y la recuperación de un colega arrepentido, Lando Calrissian, precedió a un evento final de máxima importancia: la ofensiva en la luna de Endor y la derrota definitiva del Imperio siendo ya General de la Alianza. En el universo expandido son muchas las historias que se atribuyen a Han, Leia y Luke durante la Nueva República pero, en el cine, lo que definirá el futuro será Star Wars: the Force Awakens. Cerramos, pues, la crónica del contrabandista que acabó siendo un héroe en la lucha por la justicia y la libertad.
Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY? y El cine de Hollywood.