4 de març del 2015

If you're going to San Francisco...

Uno de los centros neurálgicos de la contracultura y la rebeldía en los años 60 era sin duda la ciudad de San Francisco. A su habitual deriva bohemia había añadido un incremento reivindicativo gracias a la llegada de grandes oleadas de jóvenes que buscaban un modo alternativo de vida más allá del "American Way of Life". 

La vida de clase media, con un trabajo y casa establecida, no consiguió calar completamente en una nueva generación ávida de experimentación, libertad y espíritu rompedor. El movimiento hippie tenía en San Francisco uno de sus núcleos más importantes. El estado de California ofrecía muchas posibilidades pero la ciudad de la bahía tenía una tradición muy aperturista en cuanto a las nuevas tendencias sociológicas y acogía, con facilidad, todo tipo de movimientos contraculturales. La oposición a la Guerra de Vietnam y la lucha por los derechos civiles fueron grandes elementos motivadores de rebeldía que sacudieron a todo el país pero en San Francisco el eco de esas protestas parecía expandirse más rápidamente

Scott McKenzie (en el centro) rodeado por los componentes de "The Mamas & the Papas": Denny Doherty, Michelle Phillips, Mama Cass y John Phillips.

Quizá por todo ello, uno de los máximos exponentes de la composición musical en los 60, John Phillips, concibió una canción que expresaba ese nuevo espíritu contracultural que inundaba la ciudad. Así nació "San Francisco (Be Sure to Wear Flowers in Your Hair)".

Phillips había pertenecido a la banda conocida como The Journeymen a principios de los 60. También formaba parte de ella uno de sus amigos de la infancia, el cantante Scott McKenzie. Tras su disolución en 1964, John Phillips fundó The Mamas & the Papas.

McKenzie continuó su carrera en solitario rechazando la invitación de Phillips para unirse a su nuevo grupo de rock-folk. No tardaron demasiado tiempo en convertirse en banda de referencia con hits como "California Dreamin'" o "Monday, Monday" pero Phillips quería volver a trabajar con su viejo amigo y quizá para huir de las convulsiones internas que sacudieron a "The Mamas...", durante su breve existencia, compuso una nueva canción pensando en la voz de McKenzie.

La canción "San Francisco" se convirtió en el single del nuevo disco de Scott McKenzie y fue un éxito inmediato logrando auparse hasta la cuarta posición del billboard americano y escalando a la primera plaza en la lista de éxitos de Reino Unido. Se publicó en 1967 y caló ampliamente entre el público llegando incluso a convertirse en himno de resistencia de los jóvenes checoslovacos ante los hechos de la Primavera de Praga (1968). Se calcula que se vendieron siete millones de copias del single y, en los años subsiguientes, otros artistas versionaron el tema dando mayor pábulo a su mensaje. 


La canción ha aparecido en varias películas siendo la más destacada Forrest Gump, cuya recopilación de piezas es una gran muestra de la historia musical americana en la segunda mitad del siglo XX. Sin embargo, cuando escucho esta canción mi recuerdo se desplaza hacia la serie A Cor Obert (St. Elsewhere, 1982-1988). Esta magnífica ficción televisiva que giraba entorno a la vida del personal médico de un vetusto hospital bostoniano llamado St. Eligius, contenía también una referencia al tema musical que nos ocupa. Uno de los médicos residentes, el aspirante a cirujano Victor Ehrlich (Ed Begley Jr.), era nativo de San Francisco y debía asumir, con resignación, los rigores del duro invierno en Boston. Recuerdo que un peculiar personaje (interpretado por Austin Pendleton) decidía trasladar sus "actuaciones" a uno de los ascensores del hospital. Conocido por el sobrenombre de "Mr. Entertainment", se dedicaba a distraer a los transeúntes con un variado repertorio musical. Cuando el director médico, Donald Westphall (Ed Flanders), le ofrece la posibilidad de cantar en una sala de espera para así librarse de las molestias que genera en el ascensor, el intérprete improvisado canta la pieza de Phillips y McKenzie en honor del petulante Ehrlich.

Recordemos que St. Elsewhere fue un auténtico trampolín para Denzel Washington. También nos descubrió a otro actor que se ha convertido en un gran secundario: David Morse.