Resulta curiosa la fascinación que siente el fandom hacia el Slave I. Yo me incluyo en esta atracción hacia una nave que tiene una estética cuando menos peculiar y, en apariencia, disfuncional.
El Slave I es la nave asociada, en la saga fílmica, al cazarrecompensas Boba Fett. Pero la llegada de las precuelas introdujo nuevos elementos en el backstory de los personajes y así fue como pudimos ver que el Slave I había estado vinculado a la generación anterior puesto que era la nave con la que Jango Fett atravesaba la galaxia. Obi-Wan Kenobi tuvo la oportunidad de comprobar la potencia de fuego y la maniobrabilidad del Slave I cuando casi acaban con su pequeño caza republicano en el cinturón de asteroides de Geonosis.
Pero este vehículo poco estilizado, e incluso vetusto, tiene un origen interesante. Se trata de una nave bastante exclusiva ya que solo llegaron a fabricarse seis unidades. Fueron diseñadas por Kuat Systems Engineering tras recibir el encargo del asteroide prisión Oovo IV. Este Firespray 31, clase patrulla, fue utilizado como nave de vigilancia en la prisión hasta que Jango Fett se apoderó del mismo tras una rebelión en Oovo IV.
Jango buscaba a un criminal sobre el que pesaba una fuerte recompensa. Las cosas no fueron bien en la misión y su nave, llamada Jaster’s Legacy en honor del que fuera su mentor, fue destruida. Fett y su ayudante en esa misión, Zam Wesell, se apoderaron entonces de una de las naves del hangar y en su huída torpedearon el muelle para que no pudieran seguirles. Los otros cinco Firespray quedaron destrozados y convirtieron a su nuevo vehículo en algo único dentro de la galaxia ya que Kuat Systems tardó décadas en volver a producir este modelo.
Jango rebautizó la astronave con el nombre de Slave I y se convirtió en una seña de identidad única para el cazarrecompensas. Tras su muerte en Geonosis, su hijo Boba heredó el vehículo y su probada eficacia para la infiltración le permitió asegurar el éxito en muchos de sus encargos.
El Slave I parece una cruz flotante. Mide 21 metros de largo y atesora la misma medida en su parte más ancha. Cuando aterriza se posa horizontalmente y los motores de navegación también realizan la función de arranque. Se considera una nave rápida y maniobrable. Las mejoras introducidas por los Fett incluyen un aumento en su armamento para incluir también silos de torpedos protónicos que se añaden a cuatro cañones blaster. Además está equipada con dispositivos de ocultación y dispone de una capacidad de carga de 40 toneladas.
Boba Fett aumentó aún más la capacidad de fuego durante su etapa. Incorporó cargas sísmicas, ocho silos para misiles y un cañón de iones. Añadió también un estabilizador de cabina para que el puente de mando siempre quedara en posición correcta y no forzara pesados cambios de orientación. En el interior, instaló seis celdas para prisioneros.
Dejando la ficción a un lado, hay que decir que muchos ven un gran parecido del Slave I con una lámpara. Pero Nilo Rodis-Jamero, director artístico de El Imperio Contraataca, (donde se vio por primera vez la nave) afirma que la inspiración se encuentra en la forma oval de un radar. Fue después, al surgir las primeras maquetas, cuando algunos miembros de la producción empezaron a hablar de su parecido con una lámpara de calle.
En cualquier caso, el Slave I ha sido uno de los juguetes más vendidos en la historia del merchandising de Star Wars. Tras el Halcón Milenario y el X-Wing, la nave de Boba Fett ocupa un lugar preponderante en las preferencias de los consumidores y coleccionistas. Su diseñador nunca pensó que fuera una nave especialmente atractiva para el público pero su curiosa configuración le confirió un insólito interés. Mucho éxito para un radar volador...
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