La Confederación de Sistemas Independientes, es una alianza de diversos sistemas y planetas que quieren mantenerse fuera del alcance de las leyes de la República Galáctica, con el único fin de beneficiarse económicamente, pero son más conocidos como los Separatistas.
Los principales miembros, responsables de instigar a más de un sistema a la rebelión, son la Alianza Corporativa, órgano encargado de las negociaciones de las principales operaciones comerciales de la galaxia; el Gremio de Comercio, cuyo único objetivo es controlar cualquier corporación dedicada a las materias primas, obligando a pagar tributos por la fuerza gracias a su ejército privado, reprimiendo las tecnologías alternativas, y sobornando a senadores y funcionarios; el Clan Bancario, cuya influencia se divide entre unas cuantas familias de rancio abolengo, que conciben la galaxia en términos puramente monetarios; y la Federación de Comercio, que controla los cargueros, los puertos y los principales apeaderos de las rutas mercantiles galácticas; además de contar con el apoyo de la Tecnounión, el Cartel de Hipercomunicaciones, y las Industrias Geonosianas.
A pesar del interés de provocar la guerra contra la República en todos los sistemas que dominan, ninguno de ellos -y en muchas ocasiones, tampoco ninguno de sus semejantes- lucha personalmente a no ser que sea necesario, sino que para ello han financiado y construido un ejército droide, que resulta barato, práctico y fácilmente reemplazable. La mayor parte de la construcción de este ejército se realiza en Geonosis, donde cientos de miles de geonosianos trabajan para proveer de millones de unidades de combate a los Separatistas.
El ejército droide se convierte, durante las Guerras Clon, en un elemento vital para el conflicto, ya que son el ejército que se enfrenta a la “supuesta” legalidad de la República Galáctica. En un principio solo comprendía los droides de batalla de la Federación de Comercio, pero al unirse con el resto de miembros de los Separatistas y crear la Confederación de Sistemas Independientes, el número de unidades creció exponencialmente. Como bien dice el Conde Dooku en El ataque de los clones:
“Nuestros amigos de la Federación de Comercio han prometido su apoyo. Y cuando sus droides de batalla se combinen con los suyos, tendremos un ejército más grande que cualquier otro en la Galaxia. Los Jedi serán insuficientes. La República estará de acuerdo con cualquier demanda que hagamos.”
Además de las conocidas y simpáticas unidades de combate B1, el ejército droide contaba con los temibles droidekas con escudos individuales, el superdroide de combate B2, el droide de combate serie BX, los droides cangrejo, los droides araña avanzados enanos, el ejecutor droide NR-N99 clase Persuasor, y un largo etcétera; sin olvidar al innombrable número de naves de apoyo, de transporte y de combate que tenía a su disposición es frío y metálico ejército.
Todo este ejército que se puede contar por trillones, ha estado bajo el mando de diversas personas, desde Asajj Ventress hasta el misterioso ser Durge, pero el que finalmente fue nombrado Comandante Supremo de los Ejércitos Droide, fue el ciborg conocido como General Grievous.
A pesar de ser realmente un grupo de sistemas cuyos líderes eran realmente malvados, y de poseer un ejército cuya potencia solo se vio superada con la aparición del ejército clon, desde mi punto de vista son los “pringados” de la saga, de la galaxia y del universo entero. Ya que aún siendo tan peligrosos, no pudieron ver que Darth Sidious los estuvo controlando desde un principio; no pudieron ver que el Conde Dooku los alzaba en una rebelión sin futuro, y por último no pudieron ver que fueron simples títeres en las manos del sith más peligroso de toda la historia. Palpatine, en busca de controlar la galaxia, no dudó en crear una Alianza Separatista, no dudó en utilizarla para que causaran estragos en una República diezmada por la corrupción y no dudó en eliminarlos -a través de las crueles manos de Darth Vader- una vez que hubo conseguido el objetivo de convertirse en el Emperador de la Galaxia.
Así que, a pesar de que el virrey Nute Gunray sea el peor villano, que el Archiduque Poggle el Menor sea cruel hasta la médula, y que el ejército droide sea una máquina de matar muy bien engrasada, no olvidéis en verlos como los grandes engañados de toda la saga. Además, es imposible que los droides de combate nos caigan mal, ya que se les diga lo que se les diga, siempre responden con un gracioso “¡Roger, roger!”.
Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY? y El Cine de Hollywood.