Cuando la familia Griffin está disfrutando de un agradable y tedioso partido de golf, se va la luz de todo el vecindario. Ante tal frustración, y después de pasar por alto la horrible idea de leer a la luz de las velas propuesta por Brian, Peter decide contarles una historia…
“Una historia sobre amor y pérdida, sobre padres e hijos, y sobre lo de mantener los derechos internacionales del merchandising. La historia de… La Guerra de las Galaxias. ¡Empecemos con la cuarta parte!”
Y a partir de aquí se inicia un sinfín de bromas, parodias y chistes al más puro estilo Padre de familia, adaptando casi al milímetro la historia creada por George Lucas. Así, por ejemplo, veremos a Stewie haciendo chistes tan malos como “No he llegado al Darth Water”, “Me he hiper-cagado encima” o “Mi pañal se ha pasado al lado oscuro”; a Peter y a Brian cargando un viejo sofá que han encontrado en el compactador de basura de la Estrella de la Muerte mientras huyen de los soldados imperiales; o los sarcásticos y cínicos títulos flotantes introductorios de cada capítulo.
Como no podía ser de otra forma, el equipo de Padre de familia recurrió a sus personajes principales para que interpretaran los papeles del Universo Star Wars, Peter se convierte en Han Solo, Brian en Chewbacca, Lois en Leia, Chris en Luke, Quagmire en C-3PO, Cleveland en R2-D2 y Stewie en Darth Vader. Además de estos, por los tres episodios desfila todo el reparto de Padre de familia dando lugar a interpretaciones tan rocambolescas como el farmacéutico Mort en el papel de Lando Calrissian, el viejo Herbert como Obi-Wan Kenobi, el afeminado Bruce como Greedo y el pollo gigante como Boba Fett.
Pero es que el humor absurdo pero al mismo tiempo con gancho de Padre de familia, no reside solo en los gags y en los personajes, sino en todo el producto final. Así, por ejemplo, los títulos de cada uno de estas capítulos largos o películas cortas que Padre de familia dedica a La Guerra de las Galaxias, no son el mismo que en el original, sino que toma algún elemento gracioso del original. La historia de Una nueva esperanza toma el título provisional que tuvo El retorno del Jedi, “Blue Harvest”, mientras que El imperio contraataca se convierte en “Bla, bla, bla, lado oscuro”, una broma acerca la insistencia sobre el lado luminoso y el lado oscuro de la Fuerza, y El retorno del Jedi coge una de las frases más míticas del Almirante Akbar y de la saga, “¡Es una trampa!”, y la convierte en el título del episodio.
Cuando uno está viendo cualquiera de los tres episodios, lo primero que piensa es ¿cómo narices logró el equipo de Padre de familia que George Lucas diera permiso para hacer estas parodia? Pues la respuesta a esta pregunta la dan creadores de Padre de familia en el episodio especial de Padre de Familia “200 episodios después”. En palabras del propio Seth MacFarlane:
“Habíamos hecho unas cuantas escenas de La Guerra de las Galaxias, y, como ya eran tantas, los abogados de Fox nos dijeron que, si íbamos a seguir haciéndolas, teníamos que pedir autorización a LucasFilm, porque sino fijo que nos demandaban. Creímos que eso sería el final, que no podríamos hacer más parodias, pero los de LucasFilm nos sorprendieron diciendo que adelante, que les gustaba.”
Y lo que un principio fue una simple idea se convirtió en una parodia sobre La Guerra de las Galaxias de casi una hora escrita por Alec Sulkin, y de una parodia rápidamente se pasó a tres, versionando Una nueva esperanza, El imperio contraataca y El retorno del Jedi. Y la verdad es que el trabajo de guión y adaptación es brillante y, para envidia de los demás, Sulkin disfruto como un niño haciéndolo:
“Desde crío he sido un gran fan de La Guerra de las Galaxias, como muchos de nosotros. Yo lo pasé genial trabajando en eso, me sabía de memoria todos los diálogos de las películas y fue fantástico poder sacarle punta a todo, y contar los chistes que siempre se me habían ocurrido.”
Además, LucasFilm no se quedó con los brazos cruzados esperando a que Padre de familia hiciera una, para no decir la mejor, parodia que se ha hecho de Star Wars, al contrario, ofrecieron todo tipo de facilidades, como explica MacFarlane:
“Pudimos utilizar la música de John Williams, que es fantástica. Nos dieron las herramientas para hacerlo bien, y fue porque confiaban en nosotros, sabían que éramos fans y que no íbamos a destruir su propiedad.”
El resultado final fue una desternillante versión de la trilogía original, y una nueva forma de alargar el infinito éxito del universo creado por George Lucas a finales de los setenta.