“Durante más de mil generaciones los caballeros jedi fueron los guardianes de la paz y la justicia en la Antigua República. Antes de estos tenebrosos tiempos. Antes del Imperio.”
Una vez más, la sabiduría del maestro Kenobi es la que nos aporta la definición más clara y sencilla de un elemento tan importante para el universo Star Wars como y quienes son los caballeros Jedi. Como bien dice Obi-Wan, los jedis fueron los garantes de la paz desde tiempos inmemoriales en la Antigua República, incluso en los tiempos oscuros del Imperio Galáctico, los supervivientes de la Gran Purga, siguieron defendiendo los ideales de libertad y democracia que parecían perdidos con el ascenso de Darth Sidious al poder.
En un principio, los jedis eran una orden contemplativa de estudio filosófico de la Fuerza, pero su devoción por la paz los llevó a enfrentarse a la realidad de la Galaxia, en la que la paz pocas veces prevalecía por encima de la guerra y el enfrentamiento. Utilizando sus conocimientos se convirtieron en defensores de la paz, en guerreros que sabía utilizar el enfrentamiento físico, pero solo cuando era necesario. Al principio eran menos numerosos que los Sith, pero con el tiempo y la caída de los seguidores del lado oscuro, los jedi se convirtieron en una orden de grandes dimensiones, se trasladaron a la capital de la Galaxia, Coruscant, y se convirtieron en un poder más de esta.
En los tiempos de mayor esplendor, la Orden Jedi estaba regida por el Alto Consejo Jedi que, a pesar de ser el órgano directivo de la orden, no imponía sus decisiones, del mismo modo que los caballeros ajenos al consejo no tenían la obligación de aplicarlas, como, por ejemplo, Qui-Gon Jinn, cuyas ideas y concepción de la Fuerza se distanciaba de las del consejo.
Puede que en teoría no tuvieran poder político, pero a efectos prácticos, su influencia en el devenir de la Galaxia era más que notable. Por ello es fácil entender porque los Sith fijaron el dominio de la Galaxia como su objetivo, ya que de este modo podrían derrotar a sus eternos enemigos.
A pesar de los esfuerzos por mantener el equilibrio en la Galaxia, la orden jedi fue destruida en dos ocasiones, primero por Darth Revan, y cuatro mil años después por Darth Sidious. Será este último el que conseguirá hacerla desaparecer casi por completo, al realizar un ataque des del interior del gobierno de la Galaxia. Durante las Guerras Clon, el canciller Palpatine ordenará ejecutar la Orden 66, según la cuál los soldados clon deberían acabar con la vida de sus generales jedi, ya que estos, supuestamente, habían orquestado un golpe de estado contra la República y un intento de asesinato contra su persona. A partir de ese momento y con la ayuda de su nuevo discípulo, Darth Vader, Palpatine se dedicará a “limpiar” la Galaxia de jedis, haciéndolos cazar cada vez que encontrara alguno, llevando a cabo la que se conoció como la Gran Purga.
El camino del jedi era largo, antes de cumplir un año, si cualquier niño de la galaxia tenía sensibilidad con la Fuerza, era inmediatamente adoptado por el Templo Jedi, que lo criaba junto a otros jóvenes aprendices. Cuando habían recibido las enseñanzas básicas y tenían la edad suficiente, los caballeros y maestros jedi escogían entre ellos a sus futuros padawans que, a partir de aquel momento, les acompañarían en todas las misiones que realizaran. Cuando llegaba el momento y el joven padawan había superado las pruebas necesarias, este asolia el rango de caballero, para, más adelante, convertirse en maestro. Aún así, la vida de los jedis no termina cuando su cuerpo muere, al contrario, el lado luminoso de la Fuerza permite a sus más sabios conocedores unirse a ella, para convertirse en seres inmortales portadores de luz y sabiduría.
Durante toda la vida, cualquier miembro de la orden debía respetar los tres pilares de la filosofía jedi: la Fuerza, el conocimiento y la autodisciplina, pero no todos lo hicieron. En las salas del archivo del templo se muestran veinte bustos, representando a los Veinte Perdidos. Veinte maestros y caballeros jedi que decidieron abandonar la orden por su propia voluntad, como el Conde Dooku, y muchos, como este, no dudaron en abrazar el lado oscuro de la Fuerza. A pesar de llamarse los Veinte Perdidos, en realidad son veintiuno, ya que también se podría incluir a Anakin Skywalker.
Tras la caída de Palpatine y del Imperio, Luke Skywalker, siguiendo las enseñanzas de Obi-Wan Kenobi y de Yoda, fundó la Nueva Orden Jedi. En esta nueva orden, a pesar de respetar las creencias y concepciones de la antigua, se modificaron ciertos modos de vida que habían perdurado desde miles de años antes. Por ejemplo, se dejó de la lado la concepción monástica de la orden, y se permitió a sus miembros tener relaciones personales, algo que había estado completamente prohibido en tiempos de Mace Windu y Qui-Gon Jinn. Skywalker quiso dar mayor humanidad a una orden que se había quedado anclada en el pasado y que apenas había evolucionado desde su fundación, una debilidad que facilitó su destrucción a manos de Darth Sidious.
Fuera de las películas, las series de animación, los libros y los cómics, los jedi se han convertido en algo más que un elemento de la cultura popular, llegando incluso a traspasar la barrera de la ficción. En los últimos censos de países como Australia o Reino Unido, casi un 1% de la población afirma que su religión es la jedi. Este hecho, que podría considerarse una curiosidad o una frikada de dimensiones extraordinarias, nos permite ver claramente como la obra de Lucas va más allá de lo que cualquier película podría llegar.
Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY? y El Cine de Hollywood.