Es cuando menos curioso que las únicas referencias al universo cinematográfico DC, en las películas de Batman realizadas hasta la fecha, correspondan a las dos infames cintas perpetradas por Joel Schumacher: Batman Forever (1995) y Batman & Robin (1997).
Quizá la falta de entidad de ambos proyectos determinó que guionistas de baja estopa como Janet Scott Batchler y Lee Batchler (responsables también de la pésima Pompeya) y otro que afortunadamente consiguió mejorar su carrera en años posteriores (Akiva Goldsman), apostaran por introducir unas pequeñas referencias para intentar generar un click de interés en el espectador que, inocentemente, acudió a ver esos subproductos.
Concretamente, en Batman Forever encontramos una referencia cuando el aborrecible adolescente, Dick Grayson (Chris O'Donnell), quiere abandonar la Mansión Wayne para vengarse de Dos Caras (Tommy Lee Jones) por la muerte de su familia. Cuando el futuro Robin prepara su moto, Bruce Wayne (Val Kilmer), quien trata de impedir que cometa una locura, le dice que el resto de la compañía circense donde trabajaban ya debe estar de camino a Metrópolis. Un momento después, se percata de que el depósito de gasolina está medio vacío y le ofrece la posibilidad de repostar en el garaje de la mansión. Una vez allí, consigue deslumbrarle con la gran colección de motos y coches que posee. La comida preparada por Alfred (Michael Gough) hace el resto para conseguir que el joven se quede un tiempo más.
Dos años después, Warner Brothers y Joel Schumacher consiguieron superarse aunque parecía imposible y presentaron un film que está considerado como uno de los peores de toda la historia del cine. En el inicio, asistimos a una "elaborada" discusión entre Batman y Robin mientras se preparan para entrar en acción. Tras la ridícula e intrascendente conversación, Batman (George Clooney) pronuncia esta "divertida" frase: "por eso Superman trabaja solo".
Teniendo en cuenta que dentro de dos años podremos ver, por primera vez, a Batman y Superman juntos en una película cinematográfica que, por sus principios y gente implicada, nos hace esperar algo realmente bueno, resulta conveniente recordar estas anécdotas para darnos cuenta de lo que significa caer a los abismos de la mediocridad creativa.
También es interesante hacer constar que, dentro de la franquicia de películas sobre Superman, solamente las dos últimas incorporan alguna referencia al mundo del Caballero Oscuro. En Superman Returns (Bryan Singer, 2006) se habla de Gotham en las noticias cuando Kal-El regresa del exilio voluntario y recupera su papel como vigilante y protector del planeta Tierra. Una de sus intervenciones tiene lugar en Gotham y así lo oímos a través del sonido de uno de los televisores del Daily Planet.
Y en Man of Steel (Zack Snyder, 2013), precursora de la futura Batman v Superman: Dawn of Justice (2016), vemos como el Hombre de Acero (Henry Cavill), a lo largo de su brutal enfrentamiento con Zod (Michael Shannon), sobrevuela un satélite de Wayne Enterprises que acabará formando parte del enfrentamiento entre los dos kryptonianos.