Disparatado
cuento sarcástico magistralmente interpretado por un elenco protagonista
privilegiado.
Esta comedia ingeniosa, ambientada en algún lugar ficticio de Europa en la primera mitad del siglo XX, nos hace ir a un ritmo trepidante en cada una de sus secuencias donde todos los detalles cuidados al milímetro nos cuentan, a modo burlesco, la historia del Gran Hotel Budapest.
Esta comedia ingeniosa, ambientada en algún lugar ficticio de Europa en la primera mitad del siglo XX, nos hace ir a un ritmo trepidante en cada una de sus secuencias donde todos los detalles cuidados al milímetro nos cuentan, a modo burlesco, la historia del Gran Hotel Budapest.
Basándose en relatos de Stefan Zweig, el siempre audaz y paródico, Wes Anderson, escribe y dirige esta hilarante historia que empieza de la mano de Zero Moustafa (F. Murray Abraham), un anciano sentado en el hall decrépito
del antiguamente fastuoso Gran Hotel Budapest. El veterano narra sus recuerdos a un joven escritor (Jude Law; Tom
Wilkinson de mayor) acerca de su periplo como mozo de portería en el mismo hotel del que
ahora es propietario. La herencia gracias a la cual lo adquirió se debió al
legado que le otorgó el por aquel entonces legendario conserje del
hotel en los años 30: Gustave H. (Ralph Fiennes). La ayuda inestimable
que le brindó el primero en el robo y la recuperación de una pintura renacentista
de valor incalculable, perteneciente a la familia de una rica octogenaria,
Madame D. (papel interpretado por Tilda Swinton), explica su afortunado porvenir.
El
enfrentamiento subsiguiente con los herederos de la difunta, capitaneados por su hijo Dmitri (Adrien Brody) y el matón de este, Jopling (Willem
Dafoe), hará que no pocas situaciones desesperadas, caóticas y caricaturescas
tenga que vivir Gustave H. para conseguir hacer respetar la voluntad de la dama
en cuestión. Y en todas ellas, como su más fiel amigo, siempre estará su protegido Moustafa, interpretado por un desconocido y prometedor Tony
Revolori en su versión joven.
Este
fabuloso hotel de la Europa de entreguerras, con los sucesos que la
transformaron en los primeros años del siglo XX como telón de fondo, es el
escenario incomparable para que desfile el resto del gran reparto secundario,
cuyas breves intervenciones no son menos importantes.
Así, veremos a Jeff Goldblum como Kovacs, el abogado encargado de leer las últimas voluntades de Madame D. y al que Jopling somete a implacable persecución por los pasillos de un museo; a Harvey Keitel como Ludwig, compañero de cárcel de Gustave H., y a Edward Norton como el capitán Henckels, de la guardia militar de la ficticia República de Zubrowka (un estado entre los Alpes). Anderson crea su habitual escenario poliédrico en que un reparto coral encuentra perfecta cabida. Así veremos aparecer a Saoirse Ronan, Léa Seydoux, Bill Murray (un habitual en las películas del director), Owen Wilson, Mathieu Amalric, Jason Schwartzman, y Bob Balaban.
Ganadora
del “Gran Premio del Jurado” en el Festival de Berlín de este mismo año, esta película maliciosa, divertida, caricaturesca e irreverente, toma giros inesperados a medida que
avanza su trama convirtiéndose en una fuente de
sorpresas continua.