3 de febrer del 2014

In Memoriam: Philip Seymour Hoffman (1967-2014)



Triste noticia para el mundo del séptimo arte. Nos deja uno de los intérpretes más brillantes del panorama actual. Philip Seymour Hoffman estaba considerado como uno de los actores de carácter imprescindibles para cualquier proyecto. Su mirada profunda y la capacidad para combinar las reacciones viscerales con la más absoluta sobriedad, le garantizaban un puesto permanente en la industria del cine. La versatilidad que mostraba dando vida tanto a poderosos villanos como a personajes de enorme nobleza y humanidad, también era un aspecto fundamental de sus prestaciones artísticas. Y cuando decidía imponer su voz en escena, resultaba difícil encontrarle réplica.

De ascendencia irlandesa y germana, Hoffman se formó interpretativamente en varias escuelas de Nueva York llegando a fundar una compañía teatral junto al futuro director, Bennett Miller. En 1990 ingresó en un centro de desintoxicación por abuso de sustancias. A partir de ese momento, se mantuvo sobrio hasta el año pasado.

Debutó en el cine con el papel del traicionero compañero de Chris O'Donnell en Esencia de Mujer (Scent of a Woman, 1992). Tras varios trabajos en películas de baja repercusión y poca trascendencia, tuvo la gran oportunidad al conocer a Paul Thomas Anderson y conseguir un papel en la opera prima del director: Hard Eight (Sidney, 1996). 



Anderson volvió a contar con él en Boogie Nights (1997) y, a partir de entonces, su nombre pasó a estar presente en las agendas de los realizadores más "autores" del momento: Joel & Ethan Coen (The Big Lebowski, 1998), Todd Solondz (Happiness, 1998), David Mamet (State and Main, 2000), Cameron Crowe (Almost Famous, 2000), Todd Louiso (Love Liza, 2002), Richard Kwietniowski (Owning Mahowny, 2003), y Charlie Kaufman (Synecdoche, New York, 2008), entre otros.

Con Paul Thomas Anderson continuó colaborando en Magnolia (1999), Punch-Drunk Love (2002), y The Master (2012) que es, sin lugar a dudas, una de las mejores interpretaciones de los últimos años al frente de un personaje de enorme complejidad.

Lo interesante de Hoffman es que supo combinar muy bien sus trabajos de manera que construyó una carrera en la que no solo fue un icono del cine "indie" sino que también fue reclamado para producciones mayores en las que aportó su incalculable talla artística. Con Anthony Minghella coincidió en dos ocasiones interpretando a personajes que dejan huella a pesar de no ser muy extensos. Así fue en The Talented Mr. Ripley (1999) y Cold Mountain (2003).

En 2005, asumió el reto de interpretar al controvertido escritor Truman Capote en la película homónima. Bajo la dirección de su colega de juventud, Bennett Miller, Hoffman se fusionó con el papel y obtuvo el Oscar al mejor actor por su labor en el film.


También estuvo a las órdenes de Sidney Lumet (Before the Devil Knwos You're Dead, 2007), y Tom Hanks (Charlie Wilson's War, 2007). En 2008, asumió el papel del Padre Brendan Flynn en Doubt, adaptación de la pieza teatral de John Patrick Shanley.  Se integró en un fenomenal reparto que incluía a Meryl Streep, Amy Adams, y Viola Davis. Los cuatro obtuvieran sendas nominaciones al Oscar por sus respectivas interpretaciones.

En 2006, incluso volvió a la superproducción (en 1996 había participado en Twister) dando vida al villano de la función en Mission: Impossible III, película que dirigió JJ Abrams.

Durante los últimos años, había demostrado una gran destreza en la elección de sus proyectos. Tras debutar en la dirección con Jack Goes Boating (2010), intervino en Los Idus de Marzo (The Ides of March, 2011), Moneyball (2012), The Master (2012), y El Último Concierto (A Late Quartet, 2012).


Recientemente, había regresado al blockbuster con The Hunger Games: Catching Fire (2013) pero también seguía con los proyectos más personales. Dos películas ya póstumas verán la luz en este 2014: God's Pocket, de John Slattery, y A Most Wanted Man, de Anton Corbijn.

Por lo que sabemos, Hoffman había rodado casi todas sus escenas en las entregas finales de la saga The Hunger Games. Parece ser que sólo le quedaban siete días más para Mockingjay Part II. Veremos cual será la decisión de la producción en cuanto a la presencia de su personaje.

En el mes de mayo de 2013, estuvo ingresado en un centro de rehabilitación por consumo de píldoras y heroína. Su muerte se produce después de varios meses de sucesivas recaídas en una adicción que desgraciadamente había retomado. Una personalidad compleja, como muchos de sus papeles. Un actor que no quería ser estrella. Un hombre poco dado al glamour y a las fiestas de Hollywood. Una persona normal, increíblemente dotada para la interpretación, que se marcha antes de tiempo.