La visita a los estudios de la Warner Brothers en Burbank (California) es una experiencia fenomenal e ineludible para cualquier amante del cine que tenga la oportunidad de viajar a Los Angeles. En este artículo, quiero detenerme en el hangar que reúne a algunos de los coches que hemos visto en producciones recientes de la major.
Entre 1965 y 1970, se emitió por primera vez la serie Get Smart (que nosotros conocimos posteriormente como Superagente 86) y, a pesar de su tono profundamente paródico que buscaba presentarnos a un agente secreto que era la antítesis total de James Bond, dejó una profunda huella en las audiencias de todos aquellos países que consiguieron derechos de emisión. Don Adams dio vida al atribulado y patoso Maxwell Smart, miembro de la organización de espías conocida como Control. La intro de la serie sigue siendo uno de los hitos de la historia de la televisión y la música de Irving Szathmary se atribuía gran parte del mérito. Tras varios intentos por trasladar la serie a la gran pantalla, Warner Brothers impulsó la realización de una película que se estrenó en 2008. Peter Segal dirigió el film que contó con un reparto más que interesante integrado por Steve Carell en el papel de Max Smart, Anne Hathaway como la agente 99, además de Alan Arkin, Dwayne Johnson, y Terence Stamp. Para este nuevo film que fue un éxito notable en taquilla (230 millones de dólares de recaudación para un presupuesto de 80) se recuperó un modelo de coche que era el más emblemático de cuantos condujo el superagente original. Se trata del Sunbeam Tiger rojo, modelo 65. Este auto, usado en la película, es el que podemos ver expuesto.
En 1979, la CBS estrenó una serie que también obtuvo un éxito rotundo a lo largo de sus seis años de emisión. Se trata de la emblemática Dukes of Hazzard, una propuesta que nos situaba en las profundidades del estado de Georgia donde dos primos, Bo (John Schneider) y Luke Duke (Tom Wopat) no paraban de meterse en líos mientras cumplían libertad condicional y encrespaban los ánimos de una incompetente oficina del sheriff. Esta teleserie introdujo, por primera vez, grandes secuencias de persecuciones acrobáticas con los autos. A pesar de los grandes trompazos y colisiones que sufrían los perseguidores nunca nadie recibía el más mínimo rasguño, algo que se siguió cultivando en la posterior A-Team. El coche de los protagonistas se ha convertido en un auténtico símbolo para la audiencia sureña en Estados Unidos. Y las numerosas proezas de las que era capaz le concedieron una mayor repercusión. Se trata del Dodge Charger de 1969 anaranjado. Su matrícula era la CNH 320 y llevaba la inscripción 01 en las puertas. En el techo estaba pintada la bandera confederada puesto que el nombre popular del coche era, nada más y nada menos, que General Lee. Para que la retórica sureña se viera completada, cuando los protagonistas utilizaban la bocina, eran las doce primeras notas del himno "Dixie" las que sonaban.
En 1979, la CBS estrenó una serie que también obtuvo un éxito rotundo a lo largo de sus seis años de emisión. Se trata de la emblemática Dukes of Hazzard, una propuesta que nos situaba en las profundidades del estado de Georgia donde dos primos, Bo (John Schneider) y Luke Duke (Tom Wopat) no paraban de meterse en líos mientras cumplían libertad condicional y encrespaban los ánimos de una incompetente oficina del sheriff. Esta teleserie introdujo, por primera vez, grandes secuencias de persecuciones acrobáticas con los autos. A pesar de los grandes trompazos y colisiones que sufrían los perseguidores nunca nadie recibía el más mínimo rasguño, algo que se siguió cultivando en la posterior A-Team. El coche de los protagonistas se ha convertido en un auténtico símbolo para la audiencia sureña en Estados Unidos. Y las numerosas proezas de las que era capaz le concedieron una mayor repercusión. Se trata del Dodge Charger de 1969 anaranjado. Su matrícula era la CNH 320 y llevaba la inscripción 01 en las puertas. En el techo estaba pintada la bandera confederada puesto que el nombre popular del coche era, nada más y nada menos, que General Lee. Para que la retórica sureña se viera completada, cuando los protagonistas utilizaban la bocina, eran las doce primeras notas del himno "Dixie" las que sonaban.
En la serie se suponía que estaba equipado con un motor V8 440 Magnum pero, como llegaron a utilizarse cientos de coches durante los seis años de emisión, quien sabe cuantos tipos de motores se usaron. Muchos Dodge Charger quedaron destrozados pero el que aparecía en pantalla siempre salía indemne. El modelo fue elegido por el prestigio que había obtenido en las carreras del circuito NASCAR entre finales de los sesenta y principios de los 70. Diecisiete unidades fueron vendidas al final de la serie y han sido expuestas en numerosas exhibiciones automovilísticas. En 2005, WB produjo una versión cinematográfica para la cual fue necesario recuperar varios Charger que de nuevo serían protagonistas de las más increíbles persecuciones. Podemos ver uno de ellos en las siguientes fotos. La película fue dirigida por Jay Chandrasekhar y contó con Seann William Scott, Johnny Knoxville, Jessica Simpson, Burt Reynolds, y el legendario cantante Willie Nelson. El film obtuvo pingües beneficios y fue masacrado por la crítica.
Cambiamos de tercio y nos centramos en el remake de un film que, en su momento, fue muy exitoso. Nos referimos a la divertida comedia Arthur (1981). En la película conocíamos al multimillonario neoyorkino Arthur Bach (Dudley Moore), un hombre excéntrico y borrachín que está a punto de contraer matrimonio con una rica heredera. Pero, en los días previos, conoce a una joven humilde de Queens (Liza Minnelli), de la que se enamora perdidamente. La cinta fue escrita y dirigida por Steve Gordon (su primer y último trabajo ya que murió súbitamente poco después) y logró cuatro nominaciones a los premios Oscar ganando dos. El gran Sir John Gielgud, que interpretaba al resignado mayordomo de Arthur, obtuvo la estatuilla como mejor actor de reparto y la canción "Best that you can do", escrita por Carole Bayer-Sager, Peter Allen, Burt Bacharach y Christopher Cross, ganó el Oscar a la best original song. Christopher Cross también la interpretó con su particular voz y sigue siendo una pieza emblemática e intemporal que siempre gusta escuchar.
En 2011, se estrenó un remake dirigido por Jason Winer y protagonizado por Russell Brand, Helen Mirren, Jennifer Garner, Luis Guzmán, y Nick Nolte. La película fue un absoluto fracaso crítico y comercial y se estrenó directamente en DVD en multitud de países. En el hangar de WB se expone un bellísimo Rolls Royce Silver Wraith de 1953. En ambas películas, este era el vehículo en el que Arthur Bach era conducido durante sus diferentes andanzas por la ciudad de los rascacielos.
Si existe una saga de comedias que ha conseguido el éxito en los últimos años, esta sin duda es The Hangover (2009) y sus dos secuelas estrenadas en 2011 y 2013. La primera entrega de las aventuras de Phil (Bradley Cooper), Stu (Ed Helms), Alan (Zach Galifianakis), y Doug (Justin Bartha), en Las Vegas, arrasó en la taquilla con 467 millones de dólares de recaudación convirtiéndose en el éxito sorpresa del año (su presupuesto fue de 35 millones). Las dos películas posteriores han superado los 900 millones en taquilla.
Pero todo ello no habría sido posible si el padre de Alan no les hubiera cedido su exclusivo Mercedes 220SE de 1965 descapotable. Así fue como el "Wolfpack" llegó a la capital del juego para celebrar la despedida de soltero de Doug.
Este mismo año se ha estrenado Gangster Squad, un prometedor proyecto que nos colocaba a finales de los 40, durante la lucha de una brigada especial de la policía de Los Angeles contra el dominio mafioso de Mickey Cohen. Desgraciadamente, el guión no estaba a la altura de la suntuosa puesta en escena y las contundentes escenas de acción no equilibraban una propuesta decepcionante. Dirigida por Ruben Fleischer y con un reparto de lujo del que formaban parte Sean Penn, Ryan Gosling, Josh Brolin, Emma Stone, Nick Nolte, Anthony Mackie, Robert Patrick, Giovanni Ribisi, y Mireille Enos, la cinta no fue el éxito que Warner esperaba. Uno de los coches utilizados en el film, por parte de los criminales, es un precioso Cadillac Series 62 Touring Sedan. Quizá el color negro le ha llevado a ser colocado junto a dos batmóviles.
Y, para terminar el artículo, una referencia a una película de mucho más calado e infinitamente más emotiva. Se trata de Gran Torino (2008), la fantástica película dirigida e interpretada por Clint Eastwood, un hombre que ha desarrollado la mayor parte de su carrera en los estudios de Burbank. No es extraño que decidiera que el Ford Gran Torino de 1972, utilizado en el film, permanezca expuesto en sus instalaciones.