20 de juny del 2011

Maestros de la escenografía: Cedric Gibbons

Junto a Johnny Weissmuller en el rodaje de Tarzan y su Compañera (1934)


Austin Cedric Gibbons (1893-1960) es uno de los nombres más ilustres de la historia de Hollywood. Fue el pionero del diseño escenográfico a gran escala y su contribución fue esencial para la expansión del séptimo arte.

Nacido en Dublín, emigró muy pronto con sus padres a Estados Unidos. Iniciado en el mundo del diseño por su padre arquitecto, pronto desarrolló sus aptitudes en varias academias artísticas. Su creatividad rebosante le llevó al incipiente Hollywood de 1915. Fue contratado por los Edison Studios para los que diseñó su primera escenografía en 1919.

Tras el cierre de los estudios Edison, pasó a trabajar para Samuel Goldwyn dándose a conocer ante Louis B. Mayer, que le contrató en exclusiva para la MGM a partir de 1924. Hasta 1956, año de su retirada, Gibbons diseñó la escenografía en más de 1000 películas de la Metro. Su visión arquitectónica del espacio y los enormes recursos del estudio permitieron que pudiera diseñar decorados de gran profundidad y lujo sacudiendo el panorama cinematográfico de su época. Los films de la Metro (y en particular sus famosos musicales) consiguieron impactar fuertemente en el público afianzanado la posición del estudio como emblema de la era dorada de Hollywood. Trabajó con los mejores y dio lo máximo para crear escenarios fílmicos inolvidables. Repasar su lista de películas es como trazar una parte de la historia del cine entre la década de los 20 y la de los 50.

Por sus espléndidos trabajos, Cedric Gibbons fue nominado a los Oscar 39 veces, ganando 11 por los decorados de las siguientes películas: El Puente de San Luis Rey (1929), La Viuda Alegre (1934), Orgullo y Prejuicio (1940), De Corazón a Corazón (1941), Luz que Agoniza (1944), El Despertar (1946), Mujercitas (1949), Un Americano en París (1951), Cautivos del Mal (1952), Julio César (1953), y Marcado por el Odio (1956).

Gibbons también fue uno de los 36 miembros fundadores de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas en 1927. Se le acredita, además, como el principal diseñador de la clásica estatuilla de los premios Oscar.

Su nombre está grabado en letras de oro al ser considerado el creador del diseño escenográfico exclusivo para el cine. Cuando llegó a Hollywood, la creación de decorados era una actividad residual en la industria pero, con su trabajo, amplió los horizontes del sector y rompió las barreras que atenazaban la evolución de los grandes espacios de rodaje. Los que vinieron detrás le deben mucho y no es de extrañar que fuera de los primeros en ser nombrado para el Arts Directors Guild Hall of Fame.