Habiendo pertenecido a la familia Xavier durante diez generaciones, la mansión se convierte en algo más cuando Charles Francis Xavier hereda la propiedad tras la muerte de sus padres.
Desde los inicios de la década de los 60, el mutante telépata pone su enorme riqueza y patrimonio al servicio de sus congéneres en un intento de reunirlos y protegerlos.
Así nace la escuela para jóvenes talentosos que progresivamente va reclutando a mutantes desvalidos en una sociedad que reniega abiertamente de ellos y mantiene un recelo constante ante sus poderes.
En las aulas de la escuela, a los alumnos se les enseña a conocer sus poderes además de ofrecerles un bagaje cultural completo que pueda permitirles sentirse integrados en una sociedad que tendrá más tendencia a admitirlos si los ve más cercanos a ellos. Ese es el sueño, quizá utópico, del Profesor-X aunque el futuro es aciago y le va a resultar muy difícil llegar al idílico escenario que tanto ansía.
Y la amenaza no sólo procede de los no-mutantes. Encontrará en su mejor amigo, Erik Lehnsherr, a su mayor némesis. Debido a su backstory personal, Magneto nunca creyó en la bondad ni en la comprensión de la raza humana y está convencido que la guerra es inevitable. Según sus preceptos, hay que prepararse y golpear antes que los gobiernos aprueben leyes que impliquen la persecución, encarcelamiento, y eliminación de los "seres superiores".
La escuela tiene, pues, una finalidad docente y educativa importante pero, tras sus muros, se esconde algo aún más trascendente. En los niveles inferiores, Charles Xavier construyó unas instalaciones punteras que son el centro de operaciones de los X-Men, el grupo de superhéroes que, bajo su supervisión, se encargan de actuar más alla de las declaraciones de principios del buen profesor.
Allí podemos encontrar a Cerebro, el sofisticado ingenio que utiliza el Profesor-X para localizar a los mutantes y, por supuesto, la "Danger Room" o sala de entrenamiento táctico avanzado para los miembros del grupo. Bajo la cancha de baloncesto exterior, se encuentra también el hangar donde se aloja el Blackbird, un jet supersónico de alta tecnología que es el vehículo de transporte habitual en las misiones del grupo.
La mansión, en el universo ficticio de Marvel, está ubicada en las afueras de North Salem, dentro del condado de Westchester (muy cercano a la ciudad de Nueva York).
Pero en las películas de X-Men se han utilizado localizaciones de Canadá. En la primera película, que dirigió Bryan Singer, fue la Casa Loma (en las afueras de Toronto) la que sirvió para filmar los planos exteriores. En X2 (2003) y X-Men: The Last Stand, se decidió cambiar apostando por el Hatley Castle, en la isla Vancouver (Columbia Británica).
Curiosamente, el Hatley Castle también se ha utilizado profusamente en la serie Smallville donde ha servido para representar los exteriores de la residencia de Lex Luthor (Michael Rosenbaum). Un castillo que posteriormente se convirtió en el domicilio habitual de su heredera y hermana, la atractiva Tess Mercer (Cassidy Freeman).
Sin embargo, no parece que se haya utilizado esta localización para X-Men: First Class. Por lo que se conoce, todo el rodaje se realizó en suelo británico excepto una serie de escenas en Jekyll Island (Georgia) que pertenecen al pasaje de la película en que los X-Men primigenios, liderados por Xavier y Magneto, tratan de evitar un gran conflicto militar en el contexto de la crisis de los misiles de Cuba, en 1962.
Aquí os dejo varias fotos de la Casa Loma y del Hatley Castle. Ambos son lugares con una interesante historia aunque, en la ficción, también han vivido lo suyo.
Casa Loma
Hatley Castle