Se trata de El Último Boy Scout (1991), dirigida por Tony Scott y protagonizada por Bruce Willis y Damon Wayans. En la piel del ex-agente del Servicio Secreto, Joe Hallenbeck, Willis nos obsequió con una personificación más del detective fracasado, alcohólico, y sumido en un profundo abismo (no en vano el guión es de Shane Black, responsable del libreto de Die Hard). Nadie ha representado este perfil con más credibilidad que él y en esta película muestra, además, una falta de empatía tan grande que hasta podría rivalizar con Sheldon Cooper.
Los títulos de crédito de la película nos son introducidos a través de un videoclip en el que Bill Medley interpreta la canción "Friday's Night a Great Time for Football".
Hubo un tiempo en el que Medley (ex-miembro del dúo Righteous Brothers) parecía estar abonado a las canciones de películas. Intervino en Cobra (1986), Dirty Dancing (Oscar a la mejor canción en 1987), y Rambo III (1988), entre otras. La voz aterciopelada de su juventud había dado paso a un tono de interpretación rasgado, parecido al de Joe Cocker. Y eso, al parecer, le aseguró un trabajo tras otro en la industria del cine.
Así pues, una película siempre entretenida y muy contundente. Y no olvidemos la mayor de sus contribuciones. Nos descubrió a un icono de la belleza cinematográfica moderna: Halle Berry.