Al igual que su emblema, 20th Century Fox alumbra el cielo de Los Angeles desde hace 75 años habiendo ofrecido, a lo largo de su prodigiosa historia, grandes títulos a la industria del cine.
La fusión de la Fox Film Corporation (fundada en 1915) y la 20th Century Pictures (1933) dio lugar, en 1935, al mítico estudio sin el cual no podría trazarse una historia completa de los orígenes de la industria hollywoodiense. Darryl F. Zanuck dirigió, durante más de treinta años, los destinos de esta poderosa máquina de sueños que, desde 1986, está bajo el control del magnate Rupert Murdoch.
El logo clásico (1935-1952)
Pero hoy nos centramos en los símbolos y no en la historia. Y cuando nos referimos a emblemas, el de Fox destaca especialmente. El monumento distintivo del estudio es un diseño art decó de Emil Kosa Jr. A lo largo de los años, el logo ha ido evolucionando con la incorporación de más movimiento en los clásicos "spotlights". Aunque no fue hasta 1994 cuando cambió de una forma más espectacular. Aprovechando el potencial de las nuevas técnicas de CGI, el estudio encargó una renovación total que, además, aprovecharía la duración de 21 segundos de la famosa fanfare del estudio.
Desde 1994, la presentación empieza rodeando al monumento (supuestamente establecido en los estudios de la major en Century City) y va ganando progresivamente profundidad de campo. De esta manera, resulta bien visible el cartel de Hollywood, a lo lejos, y las luces de la ciudad. En los últimos tiempos también se ha tematizado en función de la película a la que daba paso. Este es el caso de films como la trilogía de X-Men, Moulin Rouge, Minority Report, La Liga de los Hombres Extraordinarios, Ice Age, El Día de Mañana, o La Jungla 4.0.
En el último año, con el aniversario de los 75 años del estudio, se ha vuelto a remodelar la entradilla para hacer mención de la gran efeméride.
En cuanto a la música, hay que decir que fue el maestro Alfred Newman el que ideó la partitura. Pero, hasta la década de los 70, sólo se utilizaba en algunos films del estudio.
George Lucas insistió en que la fanfare sonara al inicio de Star Wars (1977) y el gran John Williams presentó una versión propia para El Imperio Contraataca (1980). Desde entonces, esta propuesta orquestral de Williams es la que se ha utilizado en los sucesivos títulos de la saga galáctica.
En 1997, el también compositor David Newman (hijo del creador original), presentó una versión modernizada de la fanfare que es la que se está utilizando hasta hoy.
Esta presentación ha logrado una identificación colectiva y global. Varias generaciones de espectadores han sabido que, al escuchar estas notas, iban a sumergirse en el sorprendente y fabuloso mundo del celuloide. Es uno de aquellos elementos que contribuyen, de una forma más excelsa, a lo que se puede llamar la magia del cine.