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22 de juny del 2010

¿ Cuál fue el final de Thomas Ince ?


Thomas Ince (1882-1924) fue un pionero de la industria del cine. Tocó todas las teclas del negocio: actor, director, guionista, productor y finalmente ejecutivo de uno de los primeros imperios cinematográficos de la historia. Se asoció con D.W. Griffith y Mack Sennett para fundar Triangle Motion Picture Company, cuyas instalaciones acabaron siendo adquiridas por Metro Goldwyn Mayer que estableció allí su mítico centro de operaciones. En el momento de su muerte, Ince había lanzado sus propios estudios y se encontraba en el cénit de su carrera. Se le considera el "Padre del Western" y su nombre forma parte del olimpo del cine mudo.

Pero todo este gran bagaje se cortó subitamente al morir, en extrañas circunstancias, el 19 de noviembre de 1924. Ha habido multitud de sucesos oscuros en la historia de la meca del cine pero, sin lugar a dudas, la confusa muerte de Thomas Ince fue uno de los primeros casos que pasó a engrosar la Crónica Negra de Hollywood.

Existe una versión oficial de los hechos, que siempre ha sido puesta en duda, y varias teorías e hipótesis que responsabilizan de la muerte al primer magnate de los medios de comunicación de la historia: William Randolph Hearst.




La versión oficial describe los hechos de la siguiente forma:

Hearst había invitado a personajes importantes del Hollywood de la época para hacer un crucero, a bordo de su yate Oneida, en el que celebrarían el 42 cumpleaños de Thomas Ince. Zarparon de San Pedro (California) el 15 de noviembre de 1924. Hearst y su amante, la actriz Marion Davies, estaban acompañados de Charles Chaplin, Theodore Kosloff, la columnista y crítica cinematográfica Louella Parsons, y las actrices Aileen Pringle, Jacqueline Logan, Seena Owen, Margaret Livingston, y Julanne Johnston. También viajó el doctor Daniel Carson Goodman quien era, a la sazón, el gerente de la productora hollywoodiense de Hearst. Curiosamente, Ince estaba negociando unos convenios con la corporación del topoderoso rey de los medios y no pudo incorporarse al viaje hasta la mañana del 16 de noviembre, embarcando en San Diego. Esa noche celebraron por todo lo alto su cumpleaños a bordo del Oneida pero, poco después, Ince empezó a sentirse indispuesto. Su estado no mejoraba y, alarmados ante la situación, fue trasladado en taxi acuático a San Diego desde donde fue conducido a un tren en dirección a Los Angeles. A medio viaje, el doctor Carson decidió hacer bajar a Ince puesto que seguía empeorando y había que tratarle de forma urgente. En Del Mar, fue atendido en un hotel por el doctor T.A Parker y una enfermera. Los tramientos parecieron estabilizarle y, al día siguiente, pudo ser conducido hasta su mansión en Hollywood donde no llegó a recuperarse falleciendo el 19 de noviembre a causa de un ataque al corazón. Su médico personal firmó el certificado de defunción. Fue incinerado en los días siguientes.
Ahora bien, ya desde el primer momento, empezaron a surgir rumores que contradecían la versión oficial de su muerte. Los medios que no estaban bajo el control de Hearst vieron un filón en la historia y se aprestaron a usarla para hacer mella en la credibilidad del hombre que, años después, sirvió de inspiración a Orson Welles para crear a Charles Foster Kane.


Hasta aquí la versión oficial. Adentrémonos en las teorías que siempre han circulado sobre lo que podría haber pasado a bordo del Oneida:

Los Angeles Times fue el primer medio que se atrevió a cuestionar los sucesos oficiales. Hablaron claramente de asesinato al afirmar que el productor había sido tiroteado en el barco de Hearst.

Con el paso del tiempo, se fueron construyendo hipótesis que indicaban que Hearst había descubierto la relación que existía entre su amante, Marion Davies, y Charles Chaplin. Las sospechas del magnate se vieron confirmadas a lo largo del viaje cuando, supuestamente, los habría sorprendido en un momento "inoportuno". Dispuesto a solucionar el tema con la contundencia que le caracterizaba, Hearst fue a buscar su arma. Los gritos de Marion despertaron a Thomas Ince, que se habría interpuesto en la acción recibiendo el tiro que estaba destinado para Chaplin. Hay otras variaciones en la historia pero en muchas de ellas se indica que Ince, en la oscuridad, fue confundido con Chaplin. También se aseveró que, al entrometerse en la discusión, podría haber recibido el disparo accidentalmente.



La secretaria de Ince llegó a afirmar que vio como le desembarcaban en San Diego mientras la sangre le brotaba de una herida mortal en la cabeza. La Fiscalía acabó interviniendo pero el poder de Hearst era tal que consiguió desactivar cualquier investigación a pesar de que hubieran más que indicios de que algo grave había ocurrido. Hubo, además, graves contradicciones entre los implicados pero nada de eso provocó mayores consecuencias porque Hearst fue capaz de apagar cualquier rumor con la fuerza de su poder e influencias.

Sin embargo, podemos hablar de un par de hechos probados que añaden más elementos en favor de la teoría de la conspiración:

- Louella Parsons mejoró enormemente su posición después del incidente en el Oneida. Pasó de ser una columnista en uno de los periódicos de Nueva York a tener un contrato vitalicio con la compañía de Hearst convirtiéndose en la cronista número uno de la vida artística de Hollywood.

- La esposa de Thomas Ince, Nell, recibió un fondo económico de enorme cuantía y se fue a vivir a Europa. Denegó la autorización para que se le practicara la autopsia a su esposo y ordenó que fuera incinerado immediatamente.

Años después, el cineasta D.W. Griffith afirmó que cuando alguien sacaba el nombre de Thomas Ince en una conversación en la que estuviera Hearst, la cara de éste se desencajaba. De alguna manera, las secuelas de lo que pasó esa noche, tanto si ocurrió de una forma u otra, afectaron al magnate el resto de su vida. Ya se sabe que todos los hombres poderosos deben ser fuertes para poder resistir los ataques que sufriran por parte de los enemigos que siempre se iran creando. En el caso de la biografía de William Randolph Hearst, este principio se cumplió hasta las últimas consecuencias. Su controvertida trayectoria es extraordinariamente interesante y ofrece material para más de un artículo.

Por último añadir que Peter Bogdanovich rodó en 2001 un film basado en la obra de teatro escrita por Steven Peros en la que se asumen las hipótesis como ciertas. Cary Elwes da vida a Thomas Ince, Kirsten Dunst es Marion Davies, Edward Herrman encarna a Hearst, Eddie Izzard interpreta a Chaplin, y Jennifer Tilly a Louella Parsons.