En enero, la cadena de televisión de pago norteamericana Starz empezó a emitir una nueva serie sobre la vida del gladiador tracio que puso en jaque a la mismísima República Romana entre el 73 y el 71 antes de Cristo.
El luchador tracio, conocido con el nombre de Espartaco, casi logró derrotar a las todopoderosas legiones romanas con un ejército compuesto por gladiadores y esclavos liberados. Esta magnífica historia era conocida, a través del cine, por la película que protagonizó Kirk Douglas y dirigió Stanley Kubrick en 1960.
Pero ahora, con Spartacus Blood and Sand, la historia del tracio condenado a esclavitud y a la vida de gladiador cobra un nuevo sentido. La brutalidad, sadismo, agresividad, y dureza de la época se reflejan de una forma impresionante en esta serie producida por Sam Raimi, Rob Tapert, y Steven S. DeKnight. La visualización de los combates en la arena convierten las luchas de Gladiator (2000) en un juego de niños. Nunca antes habíamos visto una representación tan brutal ni tan dura de los enfrentamientos entre gladiadores. Y no sólo eso porque la serie busca reflejar, con total transparencia, otras situaciones que se daban en la época en diversos aspectos de la vida. Y lo hace sin ninguna censura ni limitación rompiendo barreras y marcando un nuevo estandar que muchos sectores de la sociedad actual no aprobaran.
La serie Roma, que se emitió hace tres años, ya supuso un paso adelante en la forma en que se nos mostraba la vida en la antigua civilización romana pero Spartacus ha subido un peldaño más y esperemos que, en su segunda temporada, mantenga el mismo nivel de calidad y contundencia en sus tramas argumentales y en la creación de personajes.
El actor anglo-australiano Andy Whitfield interpreta a Espartaco y lo hace con solvencia y rotundidad. Sin embargo, le ha sido detectado un linfoma que parece no muy agresivo y el inicio de su tratamiento ha demorado el rodaje de la segunda temporada. Las personas de su entorno afirman que le ha sido detectado muy pronto y que mejora día a día. De todas formas, existen rumores acerca de que la productora tiene intención de desarrollar una precuela de seis episodios que permitiría a Whitfield disponer de más tiempo de recuperación ya que la segunda temporada se demoraría hasta bien entrado 2011.
Por otra parte, este proyecto nos ha descubierto también a un grupo de actrices sumamente interesante. Destacan por su belleza pero también por lo bien que desarrollan cada uno de sus papeles en una demostración que la dirección de casting ha hecho un trabajo inmejorable.
Se trata de Erin Cummings, quien da vida a Sura, la esposa de Espartaco al inicio de la historia; Lesley Ann Brandt que asume el rol de la esclava personal de la domina del ludus, Lucrecia (Lucy Lawless); y Viva Bianca, espléndida en el papel de Illythia, esposa del perverso legado Claudio Glabro.
Una serie que vale la pena y que marca un nivel muy alto de contundencia y violencia, que junto a la dinámica de los personajes, es su principal valor.
Erin Cummings (Sura)
Lesley Ann Brandt (Naevia)