Pensando sobre las historias que, en mayor o menor medida, hemos ido conociendo durante estos años, recordé algunos datos sobre un personaje, nunca visto hasta ahora, que puede sugerirnos varias incógnitas interesantes.
Se trata de Magnus Hanso, del que desconocemos si fue el capitán o el primer oficial del barco La Roca Negra. El navío zarpó del puerto inglés de Portsmouth el 22 de marzo de 1845 con la misión de completar un intercambio comercial con el Reino de Siam, aunque nunca llegó a su destino puesto que sufrió un trágico naufragio en el mar.
Pero esa fue sólo la explicación oficial que se le quiso dar al desconocer lo que en realidad había ocurrido. Curiosamente, siete años después, el cuaderno de bitácora del primer oficial fue hallado en la Isla de Saint Marie, cerca de Madagascar, dentro de un botín obtenido por un grupo de piratas. Ese diario llegó a las manos de la familia Hanso que se encargaron de custodiar, durante generaciones, los secretos que narraba la crónica de aquel misterioso viaje.
Ya en la época actual, uno de los herederos, Tovard Hanso, decidió poner el diario a la venta mediante subasta siendo adquirido, ni más ni menos, que por Charles Widmore (en 1996).
Estos son los hechos que más o menos se conocen a través de la serie pero, obviamente, podemos trazar una hipótesis de lo que pudo suceder valiendonos de otros acontecimientos que hemos ido presenciando.
La Roca Negra, por expresa voluntad de Jacob, llegó a la isla. Su némesis, el Humo Negro, que no ha visto nunca beneficio en la llegada de forasteros, pudo provocar una serie de desgracias en la tripulación. Lo que está claro es que el barco fue encontrado, en nuestra época, en el interior de la isla sin una explicación plausible que pudiera justificarlo a no ser que se viviera un tsunami de grandes proporciones a mediados del siglo XIX.
El navío contenía gran cantidad de dinamita y equipo minero. También se encontraron esqueletos de personas que habían sido retenidas con cadenas. Por tanto, la suposición de John Locke concuerda completamente: se trataba de un barco que se dirigía a una colonia minera, con un buen número de esclavos, que trabajarían explotados a costa de una compañía que obtendría el gran negocio. Por tanto, los objetivos de esta misión no es que pudieran considerarse muy lícitos. En cualquier caso, el destino se interpuso y cambió completamente el futuro de todos los implicados.
Es lógico creer que la familia Hanso, cuando obtuvo el cuaderno de bitácora, descubrió en sus páginas la narración de las misteriosas propiedades de la isla. Y eso fue lo que disparó el interés por apoderarse de sus secretos. Con el tiempo la familia creó una poderosa Fundación que fue la base económica de la que salieron los recursos para una ambiciosa aventura. El dinero empezó a fluir en las universidades buscando a alguien que pudiera interpretar las capacidades de la isla y desarrollar un proyecto que permitiera aprovecharlas. El destino quiso que fueran dos aspirantes al doctorado de la Universidad de Michigan, Gerald y Karen De Groot, los que presentaran el mejor proyecto en 1970. Con esta premisa, Alvar Hanso patrocinó y financió lo que se llamó la Iniciativa Dharma, una misión científica que iba a desplazar a numerosos equipos de personas a la isla para investigar acerca de las capacidades geotérmicas y magnéticas de la misma. Con base en Ann Arbor (Michigan) y, bajo la dirección científica de los De Groot, sucesivos grupos de investigadores fueron llegando a la isla (gracias a la utilización del complejo sistema matemático presente en la estación El Faro) estableciendo una complicada relación con unos misteriosos nativos que finalizó, en 1989, cuando todos los miembros de Dharma fueron exterminados por el perverso plan del traidor Benjamin Linus.
Así pues, en la Roca Negra está el inicio de una serie de acontecimientos que sucedieron más de cien años después. Sigo pensando que Richard Alpert era miembro de la tripulación del barco, quizá su capitán. Tomó contacto con Jacob quien le ofreció el don de la inmortalidad a cambio de que se convirtiera en su portavoz y mensajero eterno.
El exiliado Charles Widmore duerme con un cuadro de La Roca Negra bajo su cama y es indudable su interés por obtener el diario de a bordo al considerar que las informaciones que contiene pertenecen a su pueblo y nadie más debe conocerlo.
Por tanto, todo surge de ese viaje sin retorno a mediados del siglo XIX, y de las misteriosas notas que Magnus Hanso tomó acerca del lugar al que arribaron. ¿ Qué ocurrió después con el resto de la tripulación del barco ?, ¿ fueron partícipes de la lucha entre Jacob y el Humo Negro ?, ¿ se produjo también un gran exterminio ?, muchas preguntas que esperemos que puedan ser resueltas. En cualquier caso, la epopeya de la Roca Negra es apasionante. ¿ Qué pensais vosotros ?.