Se acaba de conocer la noticia de la muerte de David Carradine, uno de aquellos actores que dejan huella más allá de que sus películas hayan tenido mayor o menor calidad.
Las circunstancias de su fallecimiento no estan confirmadas al cien por cien. Lo único seguro es que le han encontrado muerto en la habitación que ocupaba en el Swisshotel Nai Lert Park de Bangkok (Tailandia) donde estaba rodando la película titulada Stretch. Según informaciones oficiosas, Carradine ha sido encontrado por una empleada de limpieza del hotel con una soga atada al cuello. La investigación oficial se está llevando a cabo en estos momentos.
Carradine pertenece a la segunda generación de actores de su familia puesto que su padre, John, fue un reputado intérprete en las decadas de los 30 y los 40. Sus hermanos, Keith y Robert, también han tenido carreras en el cine y televisión y existe ya una tercera generación que pretende emular a sus predecesores.
Aunque inició su carrera en 1963, no fue hasta 1972 cuando dio el gran salto al conseguir el papel de Kwai Chang Caine en la mítica serie Kung Fu, que se emitió con mucho éxito durante tres años generando, años después, nuevos telefilms y secuelas diversas.
Durante esa época empezaron a llegarle más papeles para el cine destacando casi siempre en los personajes de villano, para los cuales había nacido.
Son innumerables sus interpretaciones (más de 200 entre cine y televisión) pero yo recuerdo especialmente su presencia en la magnífica Norte y Sur donde daba vida al implacable y malvado terrateniente sureño Justin LaMotte.
Más recientemente su aparición en Kill Bill de Quentin Tarantino, dando vida al personaje central del título, supuso un hito más en una carrera que nos deja presencias inborrables.