Hoy, un año después, hemos sido testigos de lo que Michael Caine y Chris Nolan comentaban durante el rodaje: que su interpretación de Joker en El Caballero Oscuro era magnífica y que suponía uno de los alicientes más importantes de un film que yo considero que fue el mejor estrenado en 2008, sin duda alguna. La película de Chris Nolan ha conseguido llegar a los 1000 millones de dólares de recaudación a nivel mundial y aún no ha acabado su trayectoria comercial puesto que en los próximos días va a empezar a reestrenarse en formato IMAX en salas de todo el planeta. En estos momentos ya es la cuarta película más taquillera de la historia y quien sabe lo que acabará consiguiendo.
En su estreno en DVD y Blu-Ray ha batido, también, todos los registros y es que a la gran calidad de la cinta se le ha unido un boca-oreja muy positivo que ha captado a más y más público. Chris Nolan considera que el éxito crítico y comercial del largometraje es un homenaje a Ledger, un joven actor australiano que aceptó el reto de interpretar a un personaje muy exigente frente a opiniones negativas sobre la conveniencia de su contratación por parte de un gran número de medios especializados.
Pero Ledger se vino arriba y compuso un Joker que pasará a la historia del cine como uno de los mejores villanos que se han visto en la gran pantalla.
Acabado el rodaje de The Dark Knight, que le dejó completamente exhausto debido a las largas jornadas de filmación y a la concentración que requería su personaje, decidió no tomarse unas vacaciones y se embarcó en el nuevo proyecto de Terry Gilliam, con el que ya había trabajado en Los Hermanos Grimm, para asumir el papel principal en The Imaginarium of Doctor Parnassus.
Empezó a trabajar en esta película a lo largo de noviembre y diciembre de 2007. Coincidiendo con las Navidades, Gilliam hizo un break en el rodaje y citó a los integrantes para volver a Londres a finales de enero. Pero Ledger ya no regresó. Retornó a Nueva York, donde residía después de separarse de la actriz Michelle Williams, y le sobrevino la muerte el 22 de enero.
Meses después se supo que Terry Gilliam había fichado a Jude Law, Colin Farrell, y Johnny Depp para que asumieran el papel de Ledger en las escenas que quedaban por rodar. Gilliam justifica la elección de otros actores para un mismo papel aduciendo que el argumento fantasioso y onírico de la película permite estas licencias y que cada uno de ellos da vida a una faceta diferente del personaje. En junio se estrenará este film que será oficialmente el último en el que trabajó el actor nacido en Perth. Los tres intérpretes aceptaron la propuesta como tributo al que consideraban uno de los mejores intérpretes de la nueva generación y estipularon que su sueldo fuera donado a la hija de Ledger, Matilda Rose, nacida de su relación con Michelle Williams.
Un año después, también, estamos asistiendo al reconocimiento unánime de los diferentes premios que se estan concediendo a la labor de Ledger. Ya ha ganado, por el papel de Joker, el premio de las Sociedades de Críticos de Boston, Chicago, Florida, Los Angeles, Toronto y Washington DC. Ha conseguido el premio también en el Australian Film Institute, el Globo de Oro, el Screen Actors Guild, y el BAFTA al mejor actor de reparto. Sin duda sería de justicia que ganara el Oscar porque su trabajo en The Dark Knight es mucho más potente que el del resto de nominados en su categoría. En caso de producirse, sería la segunda vez que se concede un Oscar de forma póstuma. El primero fue Peter Finch, que lo ganó por Network en 1976, pocos meses después de haber expirado.
Sin duda, en toda esta ola de reconocimientos ha intervenido y mucho la campaña realizada por Chris Nolan, Christian Bale, Maggie Gyllenhaal, y Michael Caine, que han estado haciendo un gran esfuerzo para conseguir que fuera nominado al Oscar por lo que entendían que había sido una interpretación extraordinaria. En todo este tiempo, queda claro que Heath siempre ha tenido el apoyo de todos aquellos con los que había trabajado recientemente y con los cuales había trabado una gran amistad.Su desaparición no la compensa nada pero, al menos, queda el recuerdo inmenso de lo que Ledger hizo y eso va a estar impreso, para siempre, en los anales de la historia del cine.