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20 d’agost del 2008

El Caballero Oscuro (The Dark Knight)


Hemos visto recientemente que una gran expectación generada durante meses puede acabar siendo un arma de doble filo al llegar la película en cuestión y no responder a esa ilusión creada. El ejemplo básico de ello fue la última entrega de Indiana Jones, que no respondió a las expectativas de la mayor parte del público.

El caso contrario es el de El Caballero Oscuro. Expectación máxima generada a lo largo de un año con trailers y con una campaña viral y de marketing excelente. Pero en Warner Brothers sabían lo que se hacían. Habían decidido montar una campaña previa muy potente sabiendo que tenían una buena película detrás. Y se ha demostrado lo que se preveía porque no hay duda alguna acerca de que The Dark Knight es un film magnífico. Es una cinta contundente, practicamente perfecta en todos sus elementos.

Estoy absolutamente convencido de que el mayor mérito hay que atribuírselo a Christopher Nolan, un director visionario y brillante, que hace tres años nos ofreció la mejor adaptación cinematográfica de Batman y ahora ha ido aún más lejos y se ha superado con un largometraje arrebatador. Nolan ha conseguido realizar las películas del superhéroe murciélago más realistas y, a la vez, se ha centrado en la parte más oscura de la saga de cómics sobre el personaje para dotar al film de la mejor atmósfera y temática posible dejando otros elementos de comedia fuera de la ecuación. Los trabajos de Frank Miller y de otros creadores que convirtieron a Batman en un gran personaje para las nuevas generaciones, mostraron el camino que Nolan quería seguir en el cine y lo ha logrado totalmente.

El Caballero Oscuro supera a Batman Begins en dramatismo, tensión, y momentos cumbre, cuando parecía que eso era imposible tras ver el excelente film de 2005. Es una película mucho más oscura y nos sigue mostrando a Batman como siempre queríamos haberle visto en el cine y nadie hasta ahora había sido capaz de retratar de forma fiel.

La película cuenta con un guión sólido, potente y desgarrador, obra del propio Nolan y su hermano Jonathan, quien ya escribió el libreto del último trabajo del realizador, la sensacional El Truco Final (The Prestige). Disponer de un guión de esta categoría ya es un punto de partida inmejorable pero Nolan sigue mejorando la propuesta con un reparto espectacular al que incorpora al desaparecido Heath Ledger como Joker, que resulta ser un acierto total convirtiendo, según mi criterio, su interpretación del príncipe del crimen en la mejor personificación en el cine del malévolo villano. Christian Bale es un Bruce Wayne / Batman extraordinario; Michael Caine es fabuloso como Alfred; qué decir de Morgan Freeman como Lucius Fox y Gary Oldman como Jim Gordon, sencillamente fantásticos. Nolan es un gran maestro en la elección de actores y lo sigue confirmando al confiar en Aaron Eckhart para el papel del White Knight de Gotham, el fiscal del distrito Harvey Dent. Un hombre de fuertes convicciones y con un gran sentido de la justicia pero al que le espera un aciago destino. Maggie Gyllenhaal reemplaza a Katie Holmes en el papel de Rachel Dawes y creo fervientemente que también mejora la interpretación de su precedente.

Batman, el teniente Jim Gordon y el nuevo fiscal Harvey Dent, forman un poderoso triunvirato que está acorralando al crimen organizado de Gotham y conduciéndolo a su extinción. Esta es la carta que utiliza el asesino psicópata más conocido como Joker para introducirse en los bajos fondos de la ciudad y persuadir a sus líderes para que opten por un plan de acción agresivo que destruya al trío como única forma de sobrevivir a su duro acoso. Su plan para desacreditar y eliminar la esperanza de Gotham obligará a Batman a cruzar la delgada línea que separa la justicia del delito, pues es la única forma de detener a un sádico enfermizo que no tiene conciencia alguna y que sólo busca generar el caos y la anarquía para después hacerse con el control de todos los negocios sucios de la ciudad. En su misión, Batman, Gordon, y Dent se verán extraordinariamente comprometidos y ninguno de ellos volverá a ser el mismo tras la orgía de horror que desata el Joker.

Mención especial nuevamente para Heath Ledger. Un joven actor que desgraciadamente no ha podido estar presente en el momento de su máximo triunfo como intérprete. Desaparecido en enero de 2008, Ledger consiguió crear un Joker que va a pasar a la galería de los grandes villanos de la historia del cine. Fue capaz de recoger los elementos más terribles que caracterizaron al personaje a lo largo de su trayectoria en el comic y representarlo de forma envidiable. Chris Nolan consiguió transmitirle de forma idónea lo que quería para el personaje y Ledger lo plasmó perfectamente. El Joker de The Dark Knight es un asesino brutal, despiadado, y sádico. Es muy inteligente y ambicioso y es capaz de pasar por encima y manipular a quien sea para lograr sus objetivos. Un villano de primer nivel que obliga a Batman a dar lo mejor de sí para neutralizarle. Una amenaza para la ciudad de Gotham como no se había visto antes.


La dirección de Nolan es magnífica y su utilización del montaje de escenas paralelas es para mí uno de los grandes momentos de la película ya que es capaz de hacernos ver, en determinados momentos, que algo grave va a suceder incrementando la tensión de forma que quedamos enganchados a la butaca. La puesta en escena es espléndida con una ciudad de Chicago que se convierte en el mejor referente para Gotham. Desde luego, los ejecutivos de Warner Brothers estuvieron acertadísimos cuando confiaron la franquicia al director británico para que resucitase cinematográficamente a Batman hace cinco años.


La película es dura, trágica, muy emotiva, y está cargada de escenas de acción bien planificadas que tienen una intensidad enorme. Nolan nos golpea desde el principio con la secuencia del atraco del Joker al principal banco de Gotham, y después hay una serie de persecuciones y escenas de combate cuerpo a cuerpo perfectas. También hay escenas de diálogo muy poderosas entre las que destaco el cara a cara entre Batman y el Joker en la sala de interrogatorios de la comisaría central de policía.

El éxito de crítica y público garantizan una nueva película dentro de tres o cuatro años. De hecho, Nolan y su hermano han creado una premisa muy interesante para el futuro tal y como acaba este film. De alguna manera, se han asegurado un buen camino para la continuidad de la franquicia. El único problema es saber que Heath Ledger no podrá volver a interpretar al Joker cosa que, visto como ha puesto el listón de la interpretación, probablemente haga que Nolan se decante por otros villanos antes de ponerse en la tesitura de tener que seleccionar a otro actor cuando todo el mundo mantenga aún muy viva la performance de Ledger.

En cualquier caso, El Caballero Oscuro es una gran película, que tiene multitud de elementos interesantes y un gran número de atractivos que lo convierten en uno de los mejores films de los últimos años y en una de las adaptaciones de personajes de comic más brillantes jamás realizadas. Enhorabuena a Christopher Nolan y a su excepcional reparto. Y también un emocionado recuerdo para el desaparecido Heath Ledger.