Durante el último puente viajé a Amsterdam. Había estado allí hace 16 años y recordaba pocas cosas. No tenía, sin embargo, un buen recuerdo de la ciudad. Este nuevo viaje a la urbe holandesa ha servido para borrar esa impresión y la verdad es que he sacado una imagen mucho mejor de esta ciudad de canales.
Amsterdam ha sido escenario del rodaje de gran cantidad de películas. Yo he seleccionado tres de ellas pues son las que tengo más presentes cuando pienso en esta ciudad. La primera es Diamantes para la eternidad, un film Bond dirigido en 1971 por Guy Hamilton con Sean Connery interpretando por última vez al agente 007 (después volvería a ser Bond en Nunca Digas Nunca Jamás, pero esta no es una película oficial de la serie).
Bond viajaba a Amsterdam siguiendo la pista a una red de tráfico de diamantes conflictivos y tenía una pelea antológica en un ascensor con un "comerciante" de diamantes llamado Peter Franks. Varias calles limítrofes a canales aparecían en el film, siendo una de ellas la que servía como residencia del personaje de Tiffany Case, interpretado por Jill St. John.
Otro título del que tengo un recuerdo especial es Amsterdamned, producción holandesa dirigida en 1988 por Dick Maas. Esta película era un thriller en la que un psicópata buceador utilizaba los canales para asesinar a diestro y siniestro poniendo en jaque a la policía y aterrorizando a la ciudad. Esta es una película rodada con no muchos recursos que, aún así, sigue teniendo un valor anecdótico por lo novedoso de su planteamiento dentro de lo que es el cine europeo.
El último título es bastante reciente, se trata de Ocean's Twelve. En esta película, Danny Ocean (George Clooney) y sus colegas, llegan a Europa con el objetivo de dar un golpe importante que les permita saldar su deuda con el magnate de Las Vegas Terry Benedict (Andy Garcia). La primera parada de su ruta es Amsterdam donde se proponen robar el certificado de patente más antiguo del mundo, expedido en 1602 por la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, que tiene un valor incalculable. El certificado está guardado en una caja fuerte bajo grandes medidas de seguridad dentro del domicilio del coleccionista de arte Van der Woude (Jeroen Krabbé). Su casa es, nuevamente, una de las cercanas a los canales e incluso para poder entrar sin disparar las alarmas, el equipo de ladrones se ve obligado a bajar algo el nivel de la casa modificando los pilares subacuaticos que la sostienen. También hay una escena que se desarrolla en la estación central de trenes de la ciudad, que se puede ver en la primera de las siguientes fotografías.