Arya Stark (Maisie Williams) ha comprendido que no puede pasar más tiempo en la Casa de Blanco y Negro. Sus distancias respecto al proceder de Jaqen H'ghar (Tom Wlaschiha) son ya insalvables. Consciente del peligro al que está expuesta, ha decidido regresar a Poniente y dejar atrás su estancia en la sociedad de asesinos conocida como los Hombres sin Rostro. La joven recorre el mercado de Braavos y consigue pasaje en un barco que zarpa hacia las tierras occidentales. No obstante, The Waif (Faye Marsay) sigue sus movimientos puesto que ya tiene la autorización de Jaqen para matarla.
Poco después, una mujer mayor se acerca a Arya y cuando obtiene la confianza de esta última empieza a apuñalarla en el vientre. The Waif ha tomado la forma de una anciana desconocida para eliminar a Arya de una forma más rápida. Sin embargo, la joven Stark sobrevive al ataque y, aunque gravemente herida, trata de llegar a un lugar seguro ante la mirada de varios transeúntes que se agolpan en un mercado callejero de Braavos.
Las secuencias de Arya en el séptimo capítulo de la tercera temporada de Juego de Tronos se rodaron principalmente en el Carrer de Ferran el Catòlic, junto a los antiguos baños árabes. la calle se ensancha justo en la zona de los jardines exteriores al claustro de la catedral, en pleno casco medieval de Girona. El equipo de dirección artística convirtió la calle en un gran mercado, repleto de utillería. Allí es donde Arya contacta con el capitán de una embarcación que puede sacarla de Braavos. El mismo lugar vuelve a aparecer cuando, gravemente herida, deambula por la ciudad sin que nadie le ofrezca socorro.
En cuanto al enclave del apuñalamiento y la posterior caída de Arya al agua, hay que decir que se rodó previamente en localizaciones de Irlanda del Norte, justo en la primera semana de filmación de la sexta temporada (julio 2015).
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