Resulta curioso que el nombre de “Alianza Rebelde” sea el término despectivo con el que el Imperio “bautizó” a los únicos que se opusieron directamente a su dominio inmisericorde de la galaxia. Este es el nombre que se popularizó en las películas y el que siempre hemos utilizado los fans y seguidores de la saga. Pero hay que dejar constancia de la denominación oficial: Alianza para la Restauración de la República. Un nombre rimbombante y a todas luces excesivo. Al conocerlo comprendemos el porqué de la abreviación…
Con el inicio de las Guerras Clon, Palpatine empezó a acumular poderes valiéndose del estado de emergencia que representaba el conflicto. Este proceso y la disolución progresiva de la estructura democrática de la República, provocó que un buen número de senadores empezara a mostrar su disconformidad y oposición. En esa primera época, los líderes de este movimiento eran Padme Amidala (Naboo), Bail Organa (Alderaan), Mon Mothma (Bormea), y Fang Zar (Sern). Estos Senadores fueron capaces de movilizar a un colosal número de parlamentarios entorno a la Declaración de los 2000. En dicho documento, los Senadores instaban al Canciller para que devolviera atribuciones de forma inmediata y que no se valiera del conflicto bélico para aumentar su capacidad ejecutiva. Pero de nada sirvió porque las palabras de entendimiento de Palpatine se convirtieron en imposición cuando, al finalizar la contienda, se autoproclamó Emperador y empezó el desmantelamiento de todo aquello que le precedió.
Empezaron entonces los años oscuros. Las opiniones públicas que disentían del régimen eran rápidamente reprimidas. Sin embargo, un discretísimo núcleo de oposición siguió reuniéndose de forma clandestina. En sus inicios, solo trataba de tomar el pulso de los diferentes sistemas en relación al nuevo dominio opresor del Emperador. Sobrevivir era, en aquellos tiempos, el objetivo principal.
Las acciones individuales, que emprendían los sectores disconformes, siempre acababan en fracaso ante el formidable potencial de la Armada Imperial. Era necesaria una mayor fuerza de ataque y para ello se necesitaba reunir, bajo un mando único, a los sistemas y sectores opositores. Esto no fue posible hasta dos años antes de los acontecimientos que nos presenta Star Wars. Episodio IV: Una Nueva Esperanza.
Fue en Corellia donde el Senador Garm Bel Iblis reunió a los opositores para formalizar una sólida estructura que pudiera iniciar el combate frontal contra las tropas Imperiales. Mon Mothma y Bail Organa estuvieron presentes. Fue este triunvirato el que redactó el Tratado Corelliano. Se trataba de un documento que fundaba la Alianza para la Restauración de la República y definía una estructura jerárquica política y militar. Garm Bel Iblis se comprometió a aportar la potente armada Corelliana mientras que Mon Mothma incorporaría a la Alianza el personal cualificado y las numerosas tropas de tierra de su sistema. Bail Organa, por su parte, fue el “productor” de esta iniciativa al ponerse a la cabeza de la financiación económica. Los grandes fondos monetarios de Alderaan eran conocidos en toda la galaxia.
Mon Mothma fue elegida Jefa de Estado de la Alianza mientras que el mando militar fue compartido hasta que la incorporación del sistema Mon Calamari y su poderosa flota, aupó al Almirante Ackbar como jefe militar supremo. Por primera vez, se creaba una institución con una estructura sólida, que iba a coordinar esfuerzos sobre una base participativa en la que un Consejo Asesor velaría por los intereses de todos los sectores implicados. La Guerra Civil estaba servida. Por primera vez, la Armada Imperial iba a tener enfrente a un ejército, inferior en número, pero bien estructurado y pertrechado. La voluntad de cambio inspiraría a todos aquellos que decidieran tomar las armas contra el Emperador.
La victoria en la Batalla de Yavin, con la destrucción de la primera Estrella de la Muerte y la defenestración del Gobernador Tarkin, actuó como reclamo para que muchos más sistemas se unieran a la Rebelión. Por desgracia, los mártires de Alderaan, con Bail Organa a la cabeza, habían caído antes como ejemplo de la capacidad destructiva de la monstruosa estación de combate.
Con el tiempo, gente de todas las razas y procedencias, incluso con historiales poco loables, se unieron a la Alianza. Algunos de ellos llegaron a ocupar puestos de gran relevancia. Solo hace falta recordar un par de nombres que a todos os sonaran: Han Solo y Lando Calrissian.
La galaxia vivió cuatro años más de sangrienta contienda hasta que, en la luna selvática de Endor, se fraguó la victoria definitiva que puso fin al reinado del mal. La Alianza Rebelde se convirtió en la base de la Nueva República mientras, poco a poco, regresaron los valores de tolerancia y democracia para garantizar una época de paz y estabilidad.
Star Wars. Manual de Supervivencia es un proyecto de LASDAOALPLAY? y El Cine de Hollywood.