Apreciado Roger,
a mediados de los años noventa, cuando ni se me había pasado por la cabeza que algún día podría escribir sobre cine, empecé a conocer tu trabajo gracias a "Cinemania", un por entonces revolucionario Cd-Rom que contenía una enciclopedia cinéfila. Encontrabas fotos, videos, y textos, sobretodo críticas y reseñas de películas. Cuando internet aún no se había generalizado, productos como éste parecían ser la única salida posible para saciar la sed de conocimientos de aquellos que nos considerábamos cinéfilos en ciernes.
En ese Cd se incluían miles de críticas escritas por tí y por tus colegas: Leonard Maltin, James Monaco y Pauline Kael (también tristemente desaparecida). Al leer tus valoraciones y comprender la forma como analizabas las películas, algo surgió en mí que me hizo disfrutar del séptimo arte de una forma diferente, agudizando mis sentidos para poder presenciar el acto artísitico con más profundidad, valorando más los mensajes y las intenciones de los films. Tus amplísimos conocimientos siempre venían acompañados por un tono amable que nunca perdías, aunque tuvieras que valorar proyectos que no te interesaban demasiado. Porque tú no disfrutabas catalogando y descalificando, como hacen otros. Siempre trataste de hacer llegar tus ideas al lector para despertar en él su espíritu crítico. Y eso lo hacías sutilmente, con inteligencia, y haciendo gala de una maestría que echaremos de menos a partir de ahora.
Tocaste todas las teclas, trabajaste en televisión, estuviste presente en los nuevos canales de comunicación y en las redes sociales, manteniendo tu estatus de referencia absoluta en la crítica cinematográfica estadounidense.
Has luchado lo indecible frente a una enfermedad que no ha podido impedir que hayas trabajado hasta el final. Ahora te has ido y serás añorado pero dejas un criterio, una línea de pensamiento como herencia.
Has sido mi mentor en la distancia, he hallado inspiración en tus textos. Te has convertido en un maestro que me ha acompañado en la apasionante travesía por descubrir las coordenadas fundamentales de un arte en contínua expansión y evolución. Nunca te quedaste atrás, siempre cambiaste y te adaptaste a las nuevas tendencias encontrando nuevos valores y reivindicando la calidad del cine americano en todas sus vertientes y manifestaciones.
Seguirás siendo el faro que guiará los destinos de muchos de nosotros en esta aventura de vivir y escribir sobre cine.
Farewell Roger, you'll be deeply missed.