3 d’octubre del 2012

John Williams en el Hollywood Bowl (II)

El segundo gran homenaje se inició cuando el propio Williams explicó al auditorio como, siendo niño, acudía al cine por 35 centavos. Una cantidad que le permitía sumergirse en las más grandes aventuras conocidas de la mano de estrellas del género como Douglas Fairbanks, Errol Flynn, Basil Rathbone etc....

En todas esas películas habían extraordinarias secuencias de esgrima. Los espadachines repartían a diestro y siniestro y el héroe siempre acababa prevaleciendo. Esas escenas estaban acompañadas por magníficas piezas musicales compuestas por grandes maestros como Erich Korngold y Max Steiner, entre otros. En la oscuridad de esas salas neoyorkinas, a principios de los 40, nació el interés de Williams por la música de cine.

Sin embargo, no tuvo la posibilidad de componer una pieza para una gran secuencia de esgrima hasta Tintín (2011). En dicha BSO, se le planteó por fin el reto de preparar una composición que sonara durante el gran enfrentamiento entre barcos que tiene lugar en el film. "The Duel" fue el resultado.

En conversaciones previas con Steven Spielberg, Williams le planteó la posibilidad de proyectar metraje del film de animación. Pero la respuesta del director sugirió algo mejor. Lo ideal sería preparar un compactado de imágenes de las mejores películas de espadachines y proyectarla en el Bowl al son de la música. El resultado de dicha iniciativa fue brillantísimo puesto que las imágenes han sido coordinadas perfectamente con la partitura y, además, podemos ver la variedad de propuestas que el cine ha ido presentando a lo largo de toda su historia. Vemos fragmentos de El Capitán Blood, Robin Hood, Scaramouche, Los Tres Mosqueteros, El Temible Burlón, El Conde de Montecristo... intercaladas con películas más recientes como La Princesa Prometida, La Máscara del Zorro, Piratas del Caribe, e incluso el Gato con Botas. Un gran acierto, a todos los niveles, que podéis visualizar a continuación. Atención al final...



El tema principal de Raiders of the Lost Ark (1981) también fue interpretado en el concierto aunque no sonó la Indy march. Por contra, sí que hubo espacio para el maravilloso main theme de Superman (1978).



"Duel of the Fates" abrió el apartado de Star Wars y permitió al público enarbolar sus lightsabers por primera vez. En el apartado puramente musical, la aparición del coro abriendo el tema con el "Kor-ah, Mah-tah, Kor-ah, Rah-tah-mah", significó algo espeluznante. Los pelos de punta ante la sensación que se apoderaba de la audiencia como un auténtico vendaval. Muchos comentarios hacían referencia a la falta de imágenes de las películas para acompañar semejante propuesta. La respuesta podría ser que el Star Wars in Concert aún continúa su gira de actuaciones y ese es el espectáculo que, en estos momentos, ofrece esta experiencia. 



El "Leia's Theme" también sonó demostrando que es una pieza de una belleza musical atronadora y que se mantiene tan intemporal como la película a la que rinde acompañamiento. En este punto, quiero resaltar la interpretación de otro tema que, si bien no es de los más conocidos del maestro Williams, es una de las creaciones heroico-intimistas que más me gustan de su obra junto al "Cadillac of the Skies" de El Imperio del Sol (1987). Se trata del tema principal de Amistad (1997), que lleva por título "Dry Your Tears, Afrika". Todo un alegato en favor del valor y coraje que demostraron las víctimas del barco negrero en su clamoroso grito de libertad. El LA Philharmonic Orchestra chorus consigue hacer llegar la contundente letra hasta más allá del aparcamiento del Hollywood Bowl.


Finalmente, la conclusión estelar del concierto se dedicó al trigésimo aniversario del estreno de E.T. (1982). Williams comentó como quería incluir, de una forma importante, algún tema de la película en el espectáculo de este año. Charlando con Steven Spielberg, éste le dio la solución. El director preparó el último reel de la película (unos 15 minutos de metraje) con la imagen mejorada y acompañado por el track de diálogos y efectos de sonido. Todo preparado para que la música fuera puesta en directo por la propia orquesta bajo la dirección de Williams. Una muestra ejemplar de la integración entre imagen y partitura musical.



Y de esta manera tan gloriosa concluyó el concierto... aunque todos sabemos que siempre hay algo más y este artículo también va a hacerse eco de los tradicionales bises que fueron, como no podía ser de otra forma, dos piezas cumbre: "Star Wars Main Theme" y "The Imperial March".




Así concluye este artículo homenaje. Un sincero canto de amor a unas composiciones que cambiaron la apreciación del público y permitieron que las bandas sonoras aumentaran su difusión a todos los niveles.