El cine bélico y de acción, que se ha producido en los últimos 25 años, le debe mucho al Capitán Dale Adam Dye.
Nacido en 1944 en Cape Girardeau (Missouri), Dye se alistó en el cuerpo de Marines en 1964 y sirvió en la Guerra de Vietnam donde consiguió la Estrella de Bronze por el valor demostrado en combate. También obtuvo tres Corazones Púrpura además de otros múltiples reconocimientos que pueblan su impecable hoja de servicios.
Retirado del servicio en 1984, Dye decidió poner en marcha una empresa de asesoramiento técnico (Warriors Inc.) al servicio de la industria del cine y la televisión. El primero en reclutarle fue Oliver Stone quien le ofreció el puesto de asesor técnico en Platoon (1986). Con esta película, Dye inició también una faceta de actor de apoyo que se ha ido consolidando a lo largo de los años demostrando su carácter polifacético.
En total, ha intervenido como actor en 36 películas siendo, en la mayoría de ellas, el technical advisor. De su excelente labor podemos destacar los siguientes títulos: Nacido el 4 de Julio (Born on the Fourth of July, 1989), Always (1989), Corazones de Hierro (Casualties of War, 1989) JFK (1991), Alerta Máxima (Under Siege, 1992), El Último Mohicano (The Last of the Mohicans, 1992), El Cielo y la Tierra (Heaven & Earth, 1993), Asesinos Natos (Natural Born Killers, 1994), Forrest Gump (1994), Estallido (Outbreak, 1995), Missión Impossible (1996), Starship Troopers (1997), Salvar al Soldado Ryan (Saving Private Ryan, 1998), La Delgada Línea Roja (The Thin Red Line, 1998), Spy Game (2001), Alexander (Alejando Magno, 2004), y Tropic Thunder (2008), entre muchas otras.
Paralelamente, su trabajo de asesoría e interpretación también se ha desarrollado en varias producciones televisivas de Steven Spielberg: Hermanos de Sangre (Band of Brothers), The Pacific, y Falling Skies.
Dye siempre ha querido aportar realismo a las producciones que ha asesorado. Sin duda alguna, su trabajo más reconocido fue el que realizó en Salvar al Soldado Ryan (1998) donde se encargó de someter al grupo de actores principales a un intenso periodo de entrenamiento en el que vivieron como auténticos soldados de combate. Cuando la película empezó, Tom Hanks, Edward Burns, Tom Sizemore, Barry Pepper, Giovanni Ribisi, Adam Goldberg, Vin Diesel y Jeremy Davies, habían conocido de primera mano la dureza de la vida militar y aportaron esa tensión a sus papeles para hacerlos más verosímiles en el marco de un film que reinventó el cine bélico a través, precisamente, de esa puesta en escena realista que Steven Spielberg logró imprimir.
Aunque el entrenamiento destrozó literalmente a los actores y muchos de ellos soñaban con destruir al cruel instructor, Tom Hanks trabó mucha amistad con él y le ha incorporado a varios de sus trabajos posteriores, incluso dándole un papel en su más reciente largometraje como director: Larry Crowne.
El esfuerzo ímprobo realizado por Dale Dye le otorga un puesto destacadísimo en el Olimpo de los grandes asesores técnicos de la historia del séptimo arte.